El boxeador había sido convocado para la Guerra en 1966 y alegó no poder ir por su religió, en 1967 tuvo que presentarse en el centro de entrenamiento del ejército de Houston, pero permaneció inmóvil y callado ante las órdenes de los oficiales, la historia de un acontecimiento que marcó un antes y un después en la carrera de uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos.
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