Alberto Fernández junto a Martín Guzmán, Máximo Kirchner y Carlos Heller. (CEDOC)

Política
13 de November 12:58

El impuesto político de Máximo Kirchner

El hisopado de lealtades que se esconde en el proyecto de "aporte solidario extraordinario" relanzado por el hijo de la Vicepresidenta.

Además del llamado “dólar solidario”, ahora se viene el sobreimpuesto “solidario”. Bajo el paraguas discursivo de la solidaridad, Máximo Kirchner le dio el empujón decisivo al impuesto extraordinario a la riqueza, luego de meses de cajoneo que impacientaron a la tribuna cristinista. Con ese aporte forzoso, el heredero de Néstor y Cristina junto al “banquero solidario” Carlos Heller esperan recaudar alrededor de un punto del PBI, cifra que teóricamente le ayudaría a Martín Guzmán a balancear un poco más el estresado presupuesto nacional. Pero, como todo impuesto, no se trata solo de cuentas públicas y causas humanitarias: también es política pura y dura.

Un nuevo impuesto no está ni bien ni mal, solo hay que ver a quién le sirve. En este caso, más allá de los devaluados pesos que se recaudarán, se trata en primer lugar de salvar la dignidad de la línea fundadora del neocamporismo que, desde el fiasco por la fallida expropiación de Vicentín, venía rumiando impotencia respecto de su eterno plan de “ir por todo”. Este aporte extraordinario reclamado a los grandes contribuyentes de Bienes Personales era el símbolo del atraso de la agenda distributiva nac&pop.

Escuchá la columna completa de Silvio Santamarina, de la Revista Noticias, para Radio Perfil.