Ojalá te toque vivir tiempos interesantes. ¿Quién lo dice? Cuentan que en la cultura china existe una extraña maldición que relata esas palabras. ¿Cómo la conozco? Bueno, por suerte, no tuve que viajar a China para escucharla, me bastó leer las primeras líneas de un libro muy interesante que quiero presentarles en esta columna.
El libro se llama La Batalla del Futuro, fue escrito por los hermanos Salvatto, Mateo y Augusto, publicado en una preventa los primeros días de junio, en donde se agotaron todas las ediciones impresas en tan solo 2 horas. Una de las tantas razones por las que me resulta muy atractivo este libro, es porque busca algo que, a priori, podría parecer difícil: pararse en el presente para entender el futuro y brindar una serie de herramientas que pueden ayudarnos a surfear el particular tsunami que nos toca vivir.
Me parece que para toda persona que esté interesada en hacer buenos negocios es indispensable conocer exactamente dónde está parado, desde dónde parte, para tratar de entender un poquito hacia dónde camina su proyecto en el futuro.
Algo por lo que empecé a seguir a los hermanos Salvatto, especialmente a Mateo quien tiene mayor presencia en los medios, es porque ellos hacen hincapié en algo que llaman optimismo fundamentado, algo que me parece los hace diferentes en estos tiempos en donde pareciera que vale más hablar de todo lo negativo que tenemos como sociedad, antes que rescatar e incentivar lo positivo que tenemos, y además de eso, fundamentarlo de por qué eso es así.
Si hay algo que coincidimos todos es que no nos tocó vivir en una época aburrida. Podríamos decir que los tiempos que corren sería como la panacea de cualquier chino maldiciente. Pero, y como dicen los hermanos Salvatto en la introducción, el mundo no está preparado para los que se quejan de su suerte, sino para aquellos que se animan a desafiarlo. La pandemia desencadenada por el COVID-19 aceleró procesos y transformaciones que ya habían comenzado, y puso de manifiesto la necesidad de tener una mirada mucho más global de la que se podía tener hasta el momento, así como el empoderamiento de cada uno de los individuos, la crisis que sufren las instituciones (ya sean políticas, educativas o financieras), la necesidad de descentralización y la presencia de la tecnología en cada uno de los aspectos de nuestra vida cotidiana.
Me gusta mucho la visión de los hermanos Salvatto porque recaen mucho en lo imprescindible de la tecnología. La revolución tecnológica que estamos viviendo sin lugar a dudas está cambiando nuestra realidad como nunca antes lo hizo, y esto, por un lado, trae aparejada infinidad de oportunidades, así como también amenazas que tenemos que tener en cuenta. Quien pretenda llevar adelante un proyecto, o quien ya esté inmerso en uno, lejos de renegar de la tecnología, tiene que abrazarla más que nunca y encontrar la manera ideal para apalancarse y crecer gracias a la tecnología.
El mundo con el que nos vamos a encontrar después de la pandemia, y con el que varios países del mundo ya se están encontrando, va a ser un mundo en crisis, donde la mezcla entre velocidad e incertidumbre va a ser la combinación característica. Se podría entender como que el COVID fue como una inundación, y el mundo post COVID es como cuando baja el agua de esa inundación, efectivamente es cuando se pueden ver las consecuencias. Aquellos países, instituciones e individuos que tengan buenos recursos materiales, tecnológicos o económicos son los que tendrán mayores y mejores chances que los más vulnerables de salir bien parados de este mundo incierto, pero para aquellos que, por diversos motivos, no tienen las mejores condiciones materiales o se encuentran en contextos de mayor vulnerabilidad, la capacidad de identificar hacia dónde vamos y hacia dónde se mueve el mundo es crucial.
Por eso la visión de futuro que tiene este libro me pareció esencial, por eso mismo lo comparto. Todos aquellos que queremos llevar adelante buenos negocios debemos tener visión de futuro y optimismo fundamentado.
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