Los Bosques de Palermo es un conjunto de parques ubicado en ese barrio porteño. Se destaca por sus arboledas, lagos y rosedal, que conforman la zona verde más popular de la ciudad y en cuya ampliación y diseño colaboró el paisajista Carlos Thays.
La historia de los extensos terrenos del parque se remonta a la fundación de Buenos Aires en 1580, cuando Juan de Garay repartió las tierras en las afueras del pueblo original para instalar chacras.
El primer poblador de los terrenos que hoy forman parte del parque fue el capitán Doménico, que había castellanizado su nombre italiano como Domingo y luego como Domínguez, agregándole el gentilicio de su ciudad de origen, Palermo, con lo cual pasó a llamarse Juan Domínguez Palermo.
El 22 de diciembre de 1808, se creó el Partido de Palermo, que fue perdiendo tierras y quedó reducido al área que ocupa la avenida Scalabrini Ortiz y el barrio de Recoleta.
Cuando en 1874 Nicolás Avellaneda sucedió en la presidencia a Sarmiento nombró a este presidente de la comisión que tenía a su cargo las obras del parque: la parquización, el trazado de las calles, la formación de los lagos y la creación de un jardín zoológico y de un jardín botánico. Sarmiento comenzó los trabajos en el parque a fin de convertirlo en un lugar con árboles similares a los de América y Europa.
El primer sector del parque fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 con la participación de 35 mil personas y 1500 carruajes. Avellaneda plantó simbólicamente una magnolia grandiflora que aún subsiste en la esquina de las avenida Berro y Casares.
El presidente manifestó en el discurso inaugural que: “El viejo y rústico Palermo es, desde hoy el parque 3 de Febrero y ostentará pronto en sus fuentes de aguas surgentes, en sus estatuas, en sus calles rectas o curvas, en sus bosques artísticamente formados, para dar sombra y luz al paisaje, cuanto las artes, el buen gusto y el sentimiento de lo bello que ofrecen los parques de Santiago de Chile, de Nueva York, de París y de Londres, como un encanto a la imaginación o un llamamiento a los sentimientos más elevados del hombre.”
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