Se conmemoraba el octavo aniversario desde que las fuerzas egipcias cruzaron el Canal de Suez en la Guerra de Yom Kipur. La firma de un tratado de paz con Israel le mereció a Sadat el Premio Nobel, pero también causó el enojo de muchos árabes que lo acusaron de traicionar su causa.
Sadat, su vicepresidente, algunos de sus funcionarios y los invitados especiales se encontraban en la tribuna principal protegidos por una fuerte custodia. Mientras aviones Mirage de las Fuerzas Armadas realizaban exhibiciones, en tierra desfilaban camiones militares de remolque de artillería.
De manera sorpresiva, uno de los vehículos frenó justo frente a las autoridades de gobierno. En él iba un escuadrón de la muerte liderado por Khalid al-Islambuli que había obligado al conductor a detenerse a punta de pistola. Los asesinos se bajaron del vehículo y avanzaron hacia Sadat con tres granadas de mano ocultas. El presidente creyó que tal accionar era parte del espectáculo y se puso de pie para hacer el saludo militar.
Islambuli arrojó las granadas pero una sola llegó a explotar. Simultáneamente otro grupo rebelde salió de la parte trasera del camión y dispararon sus rifles de asalto AK-47 hacia las gradas. En el ataque, que duró menos de un minuto, diez personas murieron en el acto o sufrieron heridas fatales, entre ellos Sadat, el embajador de Cuba ante Egipto, un general de Omán y un obispo ortodoxo. De los seis agresores, tres murieron y los restantes fueron arrestados.
Sadat fue trasladado a un hospital militar, donde once médicos trataron de salvarle la vida, sin embargo, falleció dos horas después debido a una hemorragia interna en la cavidad torácica, tenía 62 años.
Los asesinos fueron condenados a muerte y Sufi Abu Taleb sucedió a Sadat como Presidente interino hasta que Hosni Mubarak estuvo en condiciones de asumir el cargo en el que estaría por casi treinta años. Mubarak fue un férreo aliado de Estados Unidos, un baluarte contra el islamismo radical y un defensor de la paz entre Egipto e Israel.
Guión: Javier Pasaragua, Locución de Pita Fortin y edición de Antonio Esmoris.
por Radio Perfil
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