El 19 de julio de 2007 murió el dibujante Roberto Fontanarrosa (Perfil)

Sociedad
15 de November 19:23

Fontanarrosa y su "Manual del hincha"

El “manual” explica cómo comportarse en la cancha, cómo silbar, contiene un cancionero adaptable a los diferentes clubes y hasta da una serie de frases que pueden servirle a quien no sabe nada de fútbol para intentar integrarse a las charlas en la tribuna.

Tras la muerte de un autor suele rascar en el fondo de la olla de sus archivos para ver qué más escribió y si alguno de sus viejos papeles puede terminar en un libro. 

Alguna vez Michael Foucault se preguntaba hasta dónde eran valiosas las anotaciones de un escritor muerto, hasta dónde se llegaba y en ese camino, entraban hasta las facturas de la tintorería…

Felizmente no es el caso de Roberto Fontanarrosa. Destrabada la discusión legal de sus herederos, los lectores o mejor dicho, sus fanáticos, podemos encontrarnos con las reediciones de sus libros y mejor aún, con la edición de sus inéditos. 

Hace poco fue oportunidad de “Quiero verte otra vez”, una recopilación de las coberturas periodísticas de las eliminatorias y del mundial de Francia 1998 y las eliminatorias de Corea- Japón 2002.

Ahora es el turno del “Manual del hincha”, una recopilación de diez “lecciones” para saber cómo parecer hincha y conocedor del fútbol en un país en que no saber nada del deporte del balompié te deja afuera de todas las conversaciones y te convierte en un marginado social.

Algunos anacronismos sobre el off side o los retos de José María Muñoz por tirar papelitos delatan que fue escrito en la previa del Mundial de 1978, realizado y ganado por la Argentina.

El “manual” explica cómo comportarse en la cancha, cómo silbar, contiene un cancionero adaptable a los diferentes clubes y hasta da una serie de frases que pueden servirle a quien no sabe nada de fútbol para intentar integrarse a las charlas en la tribuna, tales como: “Chacarita siempre ha jugado buen fútbol”, “Velez se caracteriza por tener defensas fuertes” o “Me gusta el fútbol rosarino, de pases cortos y delanteros en V”.

Todo en el habitual estilo del gran rosarino, con humor, ironía y profundo conocimiento del fútbol y la sociedad. Y una vez más, pasa la prueba de Fontanarrosa, que sólo quería que los lectores de sus libros se cagaran de risa.

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