Crece la demanda de empleo

En el día de ayer el INDEC informó sobre el mercado de trabajo al tercer trimestre del año. De una población total proyectada para el 2020 de 45.400.000 personas, la Encuesta Permanente de Hogares toma un universo de 28.500.000 personas, distribuidas en 31 aglomerados urbanos. De esa muestra de personas se desprenden 2 grandes grupos, los denominados población económicamente activa (PEA), es decir, aquellas personas con una ocupación o que, sin tenerla, la buscan activamente y están disponibles para trabajar, y los inactivos, es decir, aquellas personas que no tienen trabajo ni lo buscan activamente.

La población inactiva ascendió a 16,5 millones de personas, es decir un 57,7% de la muestra, mientras que la población económicamente activa alcanzó el total de 12,0 millones, siendo un 42,3% del universo estudiado. 

Luego, de la población económicamente activa se desprende la tasa de ocupados y la tasa de desocupados. Para el tercer trimestre del año la tasa de ocupación fue del 37,4%. Para igual período del año anterior la tasa de empleo era del 42,6%, de todas formas, bajo, porque el resto de los países suelen tener esta tasa en torno al 50,0%. La tasa de desocupación fue del 11,7%, contra 9,7% del año anterior pero contra 13,1% del trimestre anterior. Quizás era de esperarse una tasa de desocupación posterior al momento más crítico de la pandemia, pero la realidad es que la cuarentena lo que hizo es aumentar la tasa de inactivos, es decir, aumentar la cantidad de gente que directamente no busca activamente un empleo. Entonces, al aumentar ese grupo, y disminuir el grupo de los activos, la tasa de desempleo no creció exponencialmente. Pero, tengamos en cuenta que, si todo el grupo de las personas inactivas pasaran a buscar trabajo fehacientemente, la tasa de desempleo seguramente volaría por el aire. 

Y después, hay otros grupos a los que hay que prestarle atención y son los que se desprenden de los ocupados y es el grupo de los subocupados, es decir aquellas personas que están ocupadas pero que trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestas a trabajar más horas. Se observó un importante aumento de los subocupados, su participación en el total de los ocupados pasó del 11,0% en el segundo trimestre a 15,2% en el tercero, contra 14,1% en el mismo período de 2019. 

Dentro de los subocupados tenés aquellos que siguen demandando otro empleo, así como también están aquellos que no demandan un trabajo adicional. Pero el punto está que entre los desocupados, los ocupados que demandan otro empleo, y los subocupados que también demandan otro empleo, la presión sobre el mercado de trabajo es muy grande. El hecho de que haya gente ocupada o subocupada que esté demandando empleo demuestra a las claras la disconformidad que tiene en su trabajo. Luego, te encontrás con los empresarios que también van a trabajar y está insatisfecho con lo que vende y con los altos costos que tiene, y por último el consumidor cuando recibe el producto cree que es muy caro y también está insatisfecho. Con lo cual estamos inmersos en un círculo vicioso de insatisfacción de todos los eslabones de la cadena.