"Manuel Mosca era mano derecha de María Eugenia Vidal tanto en el Congreso provincial como en el armado territorial, pero un acosador sentado a la diestra de una candidata era demasiado y todo quedó ahí, en la nada misma... El escándalo Alperovich recién empieza aunque su impacto político, para el gobierno que está por comenzar con nada menos que Cristina Fernández presidiendo el Senado, se reduciría con el acusado fuera de foco, o sea, de licencia..." Escuchá la columna completa.
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