Se escribe así: Альберто Фернандес говорит по-русски: ничего не понимают. Se dice más o menos así: Alberto Fernández govorit po-russki: nichego ne ponimayut. Quiere decir: Alberto Fernández habla en ruso: no se le entiende nada.
Lo de la vacuna Sputnik V y las vacunas anti Covid-19 en general, en nuestro caso, ya no tiene nombre. O pongámosle uno benévolo: improvisación. Primero metimos casi 6.000 voluntarios en el Hospital Militar para la de Pfizer y hasta les hicimos una ley a medida, lo cual nos colocaba, supuestamente, en una buena posición para recibirla. Ahora no sabemos cuándo llegará, si es que llega y nadie explica en castellano básico qué fue lo que pasó en el mientras tanto. Después metimos un laboratorio nacional a trabajar la de AstraZeneca, más conocida como la de Oxford: esa seguimos suponiendo que nos va a llegar, pero nunca antes de marzo o abril.
Entonces nos tiramos de cabeza a la rusa. La contratamos sin estar probada. Le pusimos fecha para dentro de unos días sin saber aún si eso es posible. ¿Viene de Moscú en vuelo especial de Aerolíneas? ¿Viene de Corea del Sur? ¿Viene de otra parte? Hasta ayer, no dejábamos de hacernos preguntas. Tenemos a la vice de Salud, a Carla Vizzotti, allá con cuatro expertos del ANMAT viendo qué onda, pero nos enteramos de casualidad esta mañana por Vladimir Putin, traducido del ruso, de que él no se vacunó porque tiene 68 y la Sputnik no va todavía para mayores ni para personas con enfermedades preexistentes.
Hasta ayer, nos decían que los primeros 300.000 vacunados iban a ser pacientes de riesgo, que ya no. Alberto Fernández dijo que sería el primero, pero la verdad de la milanesa es que no debería. Tuvo que salir Putin para que saliera Vizzotti a decir lo mismo, desde la gélida Moscú. Pero ahora con el asterisco de que ya vienen los resultados de los estudios complementarios sobre mayores y otros riesgosos.
Hablemos en castellano. ¿Por qué el Gobierno de golpe improvisa tanto? Porque perdió la iniciativa. Porque necesita buenas noticias y no tiene a mano ninguna para dar. No arma un escándalo internacional con Pfizer y se apura con Rusia por lo mismo: el rebrote, acá, sin vacuna sería tremendamente fatal.
Habiendo hecho las cosas bien, estamos segundos atrás de Panamá en cantidad de muertos por millón de habitantes. Somos un país hecho puré, pobre y muy vulnerable. Y Alberto Fernández tiene очень испуган… Quiero decir: ochen' ispugan… Perdón: tiene mucho miedo por lo que puede venir. Y no es para menos, aunque deba mostrarse seguro para transmitir calma y alguna clase de diligencia.
por Edi Zunino
Galería de imágenes
Comentarios