Friday 26 de April de 2024
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Súper cuarentena: ¿el remedio es peor que la enfermedad?

POLITICA | Por Edi Zunino | 25 de June 11:15

Casi todos ustedes escucharon mencionar por lo menos una vez al Observatorio de la deuda social, dependiente de la Universidad Católica Argentina y a cargo del sociólogo Agustín Salvia. El Observatorio multiplicó su prestigio registrando trimestral, semestral y anualmente los aumentos de la pobreza en el país mientras el INDEC había dejado de hacerlo. Así fue que deschavó las manipulaciones de la “inclusión social” por parte de Cristina Kirchner, como también la inexistencia de la “pobreza cero” de Mauricio Macri.

Tengo acá los últimos seis trabajos del Observatorio de la Deuda Social Argentina, todos realizados durante la pandemia. Hoy que estamos esperando definiciones sobre la ampliación y eventual endurecimiento de la cuarentena, quería extractar apenas unos datos de esos trabajos para entender el gravísimo contexto económico, social y sanitario del avance del Covid-19, que va en ascenso y nos deja sin demasiadas variantes para actuar. 

• DETERIORO DE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS DE LOS HOGARES Y DESIGUALDADES SOCIALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA. La disminución de la actividad económica, consecuencia de la pandemia y la cuarentena, generó un marcado descenso en la actividad laboral y, por ende, en los ingresos de los hogares. En este contexto, si bien el 50,2% de los hogares del AMBA reciben ayudas monetarias del Estado, esto no impidió una caída significativa de los ingresos corrientes de los hogares. En el AMBA, el 38,8% de los hogares declararon que los ingresos familiares durante la cuarentena se redujeron hasta un 50%, mientras que para un 18,8% la reducción habría sido mayor al 50%. El 37,1% de los hogares manifiesta que los ingresos no habrían variado, a la vez que un mínimo 5,3% declaró haber incrementado los ingresos familiares en el contexto de cuarentena.

• IMPACTO DE LA CUARENTENA EN LA SITUACIÓN LABORAL DEL AMBA. Según el Observatorio, el 8,2% de los ocupados perdió su empleo o no puede realizar su actividad por cuenta propia; el 39,3% está suspendido o debió dejar de trabajar; el 4,2% tiene licencia por ser parte del grupo de riesgo; el 22% está trabajando menos horas y sólo el 26,4% sigue trabajando como siempre o más horas.

• BAJAS EN LA ATENCIÓN DE LA SALUD. Durante el tiempo de aislamiento social obligatorio y preventivo, más de la mitad de las personas en el Área Metropolitana de Buenos Aires necesitó una consulta o tratamiento médico. Sin embargo, sólo el 20% pudo acceder a la práctica médica en los casos que manifestaron la necesidad de la misma (esto tiene obvias consecuencias negativas). La mitad de quienes pudieron realizar la práctica médica lo hicieron de manera presencial, mientras que la otra mitad hizo la consulta o tratamiento por vía telefónica o internet. El 80% restante debió suspender o sufrió suspensión por parte del prestador de la atención por diagnóstico o tratamiento médico a pesar de tener necesidad de recurrir a la consulta médica. Casi la totalidad de las personas que no tienen un empleo registrado y seguridad social suspendieron la atención o práctica médica (escuchen: 92,3%), en comparación con 3 de cada 4 personas con un empleo registrado y seguridad social.

• CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE SUEÑO EN EL CONTEXTO DE CRISIS. El 60,7% de los encuestados alteró su tiempo de sueño durante la cuarentena: el 28,2% reportó haber dormido menos que antes, mientras que el 32,5% dijo haber dormido más que antes. Solamente el 39,3% durmió igual que antes del aislamiento social obligatorio.

Estamos ante la tremenda encrucijada de esta peste sin vacuna: hasta cuidarnos nos daña, pero arriesgarnos puede ser aún peor. Pero cuidado: no confundir con que el remedio es peor que la enfermedad, porque la enfermedad está frente a nuestras narices y el remedio no existe. Repitamos juntos: el remedio no existe.

por Edi Zunino

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