La Cámpora cumple los 15 y quise charlar con uno de sus fundadores. Le pregunté al senador Mariano Recalde si habían madurado y en qué, ya que en todo este tiempo saltaron del “sub 30” al “pre 50”, y me dijo que maduraron “mucho” en “muchas cosas”. Entonces, a falta de especificaciones espontáneas, le pregunté si, para volver al poder, no habían tenido que revisar, entre otras cosas, el sectarismo y cierto infantilismo, porque nada nace maduro.
Me dijo:
-No creo que haya sido infantil la militancia nuestra en ningún momento. Además, porque venimos de experiencias anteriores. Yo siempre repito: la generación nuestra, es una generación intermedia. Néstor, cuando asumió, dijo que formaba parte de una generación diezmada, la generación de los 70. Diezmada, decía él, por las “dolorosas ausencias” del terrorismo de estado, porque los mataban, los desaparecían de a miles y miles. Mi generación, la de Axel, la de Wado, la del “Cuervo”, es la generación de los 90, que también es una generación política muy diezmada, pero por el neoliberalismo, el individualismo, ese descrédito y manoseo de la política que terminó con el ‘que se vayan todos’ del 2001.
Aproveché que Recalde puso las cosas en términos de generaciones para preguntarle si la salida que el país necesita no podría depender de cuestiones más generacionales que ideológicas. Le dije que, por ejemplo y visto desde afuera, yo lo veo más parecido a María Eugenia Vidal que a Gildo Insfrán. Se dio este contrapunto:
-No, no, yo jamás diría que hay que cerrar universidades porque ahí van los pobres. Ahí me parezco más a Gildo, que abre universidades… No, no, yo no me veo parecido a María Eugenia Vidal…
-Pongo ese ejemplo, porque hablábamos de Sergio Massa y él tiene una gran relación con Vidal y con Horacio Rodríguez Larreta. En un momento, hasta no hace mucho, casi no había dudas de que Massa se parecía más a ellos que a Gildo Insfrán. Pobre Gildo, pasó a ser el símbolo, al menos en ciertas visiones mediáticas, de lo que está pasado de moda…
-Tampoco comparto esa visión mediática… Y en términos sanitarios también nos parecemos más a Gildo que a María Eugenia Vidal, que no quiso abrir los hospitales que estaban terminados porque le parecía muy costoso. La verdad, creo que Sergio Massa también se parece más a Gildo, más allá de sus amistades o relaciones que pueda tener en términos personales, políticamente y sobre todo hoy, Sergio Massa no tiene nada que ver con María Eugenia Vidal.
Aun así, Mariano Recalde asegura que, después de las elecciones, debe abrirse una agenda pospandemia sobre los grandes temas nacionales. Jura que cree en la posibilidad de un diálogo amplio. Entonces insisto:
-Me decís que sos optimista en cuanto a la posibilidad de generar consensos sobre una agenda que nos ponga a trabajar en eso, por lo menos durante un tiempo sin hablar de demasiadas cosas más para que eso se ponga en marcha y se motorice… Ahora, ¿ese optimismo incluye que Cristina y Macri sean parte de la solución? Vos me vas a decir que Cristina sí, obviamente. Pero existen los dos, es fatal eso, no hay otra posibilidad…
-Yo lo escucho a Macri estos días hacer declaraciones sin barbijo, sin cumplir las normas de aislamiento cuando uno vuelve al país desde el exterior y habiendo hecho lo contrario de lo que había tuiteado hacía muy poco, que iba a ser el último en vacunarse y se vacunó primero… La verdad, me cuesta mucho encontrarlo a Macri buscando soluciones. Lo veo en otra película, que es toda la contraria, ¿no?, que es generar discordia.
Queda claro que “los otros” para dialogar y eventualmente ponerse de acuerdo son teóricos y no parecen encajar demasiado en “estos otros”, los de la vida real. Entonces, trato de ir a uno de los puntos más calientes de esa agenda urgente, como es el Gran Buenos Aires en el conjunto del AMBA, superpoblado, pobre, inseguro y falto de entusiasmo. La pregunta es sencilla, pero inquietante: ¿cómo ser parte de la solución para el Gran Buenos Aires con tantos intereses políticos y electorales puestos en ese mismo GBA tal cual está?
Dice Recalde:
-Desde antes de la pandemia venimos planteando, y Máximo Kirchner es el principal impulsor, la necesidad de desconcentrar y federalizar todo. Pero, sobre todo, crear nuevas ciudades para desconcentrar tanta actividad económica y tanta riqueza alrededor de la Ciudad de Buenos Aires. Por supuesto que no hay una sola solución ni mágica de un día para el otro; pero hay que empezar a pensarlas y nosotros estamos pensando en esa dirección: ver la manera de llevar actividad económica fuera de los márgenes de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano a otros puntos del país, que es tan grande y tan vasto.
La Cámpora cumple los 15. Y los cumple con todo derecho a pedir sus deseos soplando las velitas. Claro que de ahí a que los cumpla feliz hay mucho trecho. El país está hecho torta.
por Edi Zunino
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