El presidente Alberto Fernández contrapuso nuevamente a la salud con la economía. Entiendo que le sería difícil reconocer en público que por la dramática crisis económica, causada por la obligada cuarentena, también morirán personas.
Su actitud confrontativa coloca a los que advierten el problema de la economía en un supuesto bando de almas desalmadas y no existen tales bandos.
La cuarentena puede haber sido, y seguir siendo, una medida necesaria para acotar el número de víctimas por el coronavirus. Pero al mismo tiempo es la causante de un congelamiento económico que también causará víctimas.
Columna de Gustavo González, desde la redacción de Radio Perfil.
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