Friday 26 de April de 2024
Perfil

Moreau: "La negociación con el FMI debe ser por lo menos a veinte años"

POLITICA | Por Jorge Fontevecchia | 02 de February 09:29

Participó de la Junta Coordinadora Nacional y fue candidato a presidente por el radicalismo. Sin embargo, con los años, fue alejándose de la conducción de su partido, que terminó por expulsarlo, dada su proximidad con el kirchnerismo. Hoy es uno de los principales voceros del pensamiento de CFK. Considera que ella y Raúl Alfonsín son los dos presidentes que “estuvieron por encima del resto”. Marca matices con el Gobierno y dice que los comentarios de la ex presidenta fueron “para contribuir y que se encuentre un rumbo”. Considera que el macrismo tuvo un plan sistemático de persecución a opositores comparable con el de la dictadura. 

Usted compartió la creación de la Junta Coordinadora Nacional del radicalismo con otros políticos de entonces, como Luis “Changui” Cáceres, Freddy Storani, Marcelo Stubrin, Ricardo Campero, Enrique Nosiglia y Facundo Suárez Lastra. ¿Por qué usted recorrió un camino distinto y terminó en el kirchnerismo? 
Tuvimos una mirada diferente sobre el desenvolvimiento del proceso político, fundamentalmente a partir de la crisis de 2001, que rediseñó el sistema político. Terminó con el bipartidismo y generó condiciones para que se desarrollara lo que podríamos denominar bifrentismo. Esa experiencia democrática del 83 hasta 2001 nos hizo acumular enseñanzas. Es obvio que los parecidos entre Raúl Alfonsín, Néstor y Cristina Kirchner eran mucho mayores que entre el mismo Alfonsín y Fernando de la Rúa o entre Néstor y Carlos Menem. Más bien, Menem y De la Rúa se parecían en términos de ideología. La crisis de 2001 es también del sistema de partidos. Y obligó a optar por pararse en una u otra vereda, independientemente de la camiseta que cada uno llevara previamente. Una de las veredas fue la del kirchnerismo, que representaba y expresaba al movimiento nacional popular democrático. La otra fue la que eligió la conducción de la UCR. Implicó sumarse a un movimiento retardatario, apegado a los dogmas del neoliberalismo, con ciertos rasgos autoritarios. Para preservar mi identidad radical, yrigoyenista y alfonsinista, me sumé al kirchnerismo. 

Ricardo Alfonsín hoy es embajador de este gobierno. ¿Cómo dialogan sobre estas cuestiones? 
Ricardo decidió seguir dando batalla dentro del partido. Una decisión que respeto, con la que no tuvo éxito. La conducción del radicalismo no solamente selló un acuerdo con el macrismo, sino que se transformó en una especie de furgón de cola. De tanto mimetizarse, terminó asumiendo un discurso muy reaccionario, neoliberal, totalmente contrario a la identidad histórica del partido.

¿El radicalismo integrará de manera perenne Juntos por el Cambio? ¿Hay alguna circunstancia que puede hacer romper esa alianza? 
Hay que diferenciar entre deseo y realidad. Desearía que alguna vez el radicalismo se animara a retomar su trayectoria y su identidad. Pero descreo de esa posibilidad. Dentro del radicalismo se abandonó el debate ideológico y de ideas. Se mira todo desde las tácticas electorales, desde los lugares o espacios de poder que se pueden ocupar. Hay miedo a desprenderse de una alianza que le puede dejar réditos electorales. Privilegian eso respecto a las ideas, los valores, los principios. Veo difícil que rompan esa alianza. Más en esta etapa de derechización de Juntos por el Cambio. Habría una oportunidad para que el radicalismo se desprendiera de esa oposición salvaje, que tiene poco que ver con el juego natural de la democracia. Pero no ocurre. Corren por derecha y los dirigentes radicales entraron en ese juego. Eso los lleva definitivamente al precipicio. 

Escuchá el reportaje completo en Radio Perfil.

 

por Jorge Fontevecchia

Galería de imágenes

Comentarios

Espacio Publicitario

Espacio Publicitario