Por primera vez en la historia se alinearon condiciones sociales, de conectividad, económicas y educativas que estaban maduras para que esto sucediera. Hoy estamos cruzados por la hipermodernidad que mezcla los valores individualistas, hedonistas y agnósticos de la posmodernidad. El mundo se volvió inestable. Apareció el miedo al otro, a las enfermedades desconocidas y a una crisis financiera repentina y general. Columna de Gustavo González desde la redacción de Radio Perfil.
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