La impactante alianza de emergencia que el Coronavirus había forzado entre Horacio Rodríguez Larreta y el gobierno kirchnerista empezó a crujir en la última semana. Las primeras grietas las abrieron los intendentes K del Conurbano, que culparon al jefe de gobierno porteño por la aceleración de contagios en la zona metropolitana. El cuestionamiento escaló hasta el gabinete de Axel Kicillof, desde donde un par de ministros, de alto perfil cristinista, lanzaron dardos tóxicos contra el alcalde PRO.
Las muertes por Covid-19 de dos referentes sociales de la Villa de Retiro terminó de enrarecer el clima de aparente concordia entre oficialismo y oposición que se exhibe en las conferencias de prensa presidenciales por la cuarentena. Larreta empieza así su semana de mayor aislamiento político desde que arrancó la pandemia.
Columna de Silvio Santamarina de la Revista Noticias para Radio Perfil.
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