No todo es salud y dinero en la vida… Ya lo decía la vieja canción: salud, dinero y amor, y el que tenga esas tres cosas, que le dé gracias a Dios. Pero no vine a hablarles de amor, aunque sí de emociones… Porque en dos meses y medio de cuarentena, ya las emociones parecen jugar un papel central entre las expectativas de la población. La cuestión emocional comienza a exhibirse como otra dimensión crítica a tener en cuenta, con niveles próximos a lo sanitario y lo económico.
Así lo indica, por lo menos, una encuesta recién salida del horno: la hizo el departamento de Opinión Pública de la Secretaría de Medios y Comunicaciones de la Universidad de La Matanza, sobre 1.250 casos en el Área Metropolitana. El AMBA concentra ya el 90% de los casos de Covid-19 y La Matanza, junto con Quilmes y Avellaneda, han pasado a ser la zona más densa de contagios.
Primera conclusión: el estado de ánimo, en general, cayó un 41,4% en relación al inicio del aislamiento. La encuesta compara los datos de hoy con los de sus dos estudios anteriores, hechos a principios de abril y a principios de mayo.
Se observa un crecimiento mayor al 10% de las preocupaciones sobre la salud mental propia y de los familiares.
Las principales sensaciones experimentadas en la última semana son: “preocupación” (52,1%), “incertidumbre” (45,9%) y “ansiedad” (33,9%).
Entre las sensaciones negativas más intensas, se ubican: “agotamiento” (27,2%), “enojo” (26%) y “miedo” (15,1%). Las sensaciones positivas vienen atrás: “tranquilidad” (14,7%), “confianza” (11,1%) y “comodidad” (6,2%).
En relación al estado anímico, más de un 40% afirma que necesitó o cree necesitar atención psicológica profesional desde el inicio del aislamiento, debido a la presencia de “angustia”, “ansiedad”, “tristeza”, “inestabilidad”, “soledad” y “encierro”.
Entre las medidas que se consideran necesarias para enfrentar esas sensaciones también se cuentan “visitar familiares/amigos” (37,6%), o realizar “actividades de esparcimiento” (18,6%).
Aún así, la previsible extensión del aislamiento desde el 8 de Junio tiene una aprobación del 60,5% y una desaprobación del 22,5%. La aprobación es algo mayor entre las mujeres y en el Gran Buenos Aires. Y es notablemente mayor entre los votantes del Frente de Todos: 85,3%, aunque no suena a poco que la apoye el 38% de quienes votaron a Juntos por el Cambio. Entre los que no votaron a uno ni a otro, la adhesión a las medidas es del 42,7%.
¿Qué debería hacerse si aumentan los casos? La mayoría considera que se debe volver a fases más restrictivas (43,1%) o mantener las medidas actuales (23,3%), mientras que el 27,4% cree que deberían flexibilizarse actividades y un 6,2% considera que no aumentarán los casos.
Se observa una creciente combinación entre la importancia de incorporar actividades económicas, acompañadas de un mayor control y regulación gubernamental, ya que se visibilizan los riesgos que pueden implicar estas medidas.
Esta y otras encuestas también son tomadas en cuenta para decidir cómo sigue la cosa.
por Edi Zunino
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