Friday 26 de April de 2024
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Campagnoli: "Si hubiera presos políticos, se deberían haber presentado hábeas corpus y no fue así"

POLITICA | Por Jorge Fontevecchia | 06 de April 11:03

Alguna vez funcionario de Néstor Kirchner, fue quien comenzó a desenredar la madeja que explicaba la fortuna de Lázaro Báez. Así, fue apartado y luego restituido a su fiscalía en Saavedra. Considera que hay una relación directa entre impunidad e inseguridad. Por eso le preocupan las liberaciones de presos. Dice que, si bien hay corrupción desde hace tiempo, cada vez más aumenta su nivel de voracidad.

—La Fiscalía 33 de Saavedra funciona en el altillo de una casa. ¿Cómo es eso?

—Fue en el año 2000, con el doctor Norberto Quantín y la doctora Mirna Goransky. Me sumé al proyecto de la doctora de descentralizar la Justicia, de llevarla a los barrios. Elegimos el barrio de Saavedra por una cuestión de política criminal, por la problemática de delito de la zona, que era bastante caliente en ese momento. Así empezamos a buscar un lugar donde instalar una fiscalía. Hoy en día Saavedra es un barrio muy pujante, pero en aquel momento no lo era tanto. Encontramos un lugar donde funcionaba una vieja fábrica de pilas y anteriormente dicen que una cochera. Eso no lo sé. Ahí conseguimos que nos alquilaran ese lugar, todo con esos trámites super burocráticos que existen. Logramos instalarnos ahí. En principio no era gran cosa, porque en el altillo había esos archivos llenos de muebles y de ficheros. Lo fuimos acondicionando, porque no pudimos alquilar todo el edificio. Acondicionamos la fiscalía. Hasta hoy está ahí.

—¿Dónde vivís?

—En Cañitas, cerca de la calle Jorge Newbery.

—Comenzaste como fiscal en el 93. Era presidente Carlos Menem. ¿Cómo era la Justicia por entonces? 

—Soy bastante crítico de aquella época. Desde muy chico vi el ejemplo de mi padre, una persona de costumbres austeras. Vivía con lo justo, como sucedía con los salarios de la época. Siempre tuve un gran amor por lo que hacía mi papá. Cuando entré a trabajar a Tribunales, me apasioné. No pensaba estudiar Derecho. A partir de mi trabajo de meritorio en una mesa de entradas, viendo los archivos, los expedientes que habían quedado sin resolver, surgió mi interés por estudiarlo y convertirme algún día en secretario de juzgado o el fiscal que soy hoy. Tal vez ocurría antes y yo no lo percibía, pero en los 90 empezó a verse una gran politización de la Justicia y una intromisión importante en la designación de jueces. Se hablaba de los jueces de la servilleta y de los jueces de las 4x4, que aparecían con un nivel económico no acorde con la magistratura. Fue un primer golpe a una Justicia que yo como joven de la época estaba dispuesto a defender con uñas y dientes. A partir de ese momento, la Justicia tuvo peor fama.

Escuchá el reportaje completo en Radio Perfil. 

 

por Jorge Fontevecchia

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