El 4 de junio de 1975 Celestino Rodrigo anunció el plan económico conocido como “Rodrigazo”
El plan de ajuste del entonces ministro de Economía del gobierno de Isabel Perón empeoró la situación y precipitó la crisis que desembocó en el golpe de 1976.
Tras más de una década de cierta estabilidad la economía argentina comenzó a tambalear con la crisis política que generó la muerte de Juan Domingo Perón, pocos meses después de asumir su tercera presidencia.
María Estela Martínez de Perón, vicepresidente y esposa del mandatario conocida como Isabel Perón, asumió la presidencia en un gobierno que quedó bajo la influencia de José López Rega, ministro de Bienestar Social.
López Rega era opositor a José Geldbard, último ministro de economía de Juan Domingo Perón, cuyo plan se basaba en el fortalecimiento del mercado interno.
Pero la situación empeoró y el Pacto Social que definió la política económica en la transición entre los gobiernos de Cámpora y Perón se terminó rompiendo.
Isabel Perón despidió al debilitado Geldbard y nombró a Alfredo Gómez Morales, que aplicando una política ortodoxa redujo las ya críticas reservas a la mitad y duplicó la inflación.
El fracaso de Gómez Morales dio lugar a que el ala de extrema derecha liderada por López Rega impusiera a su candidato, Celestino Rodrigo, un ingeniero industrial que se había desempeñado como secretario de Seguridad Social.
Rodrigo asumió el 2 de junio de 1975 y dos días después anunció una política de shock diseñada por su viceministro Ricardo Zinn, economista ligado a José Alfredo Martínez de Hoz, quien terminaría siendo ministro de economía en la dictadura cívico-militar.
El plan de Celestino Rodrigo impulsó una serie de medidas que incluyeron la fuerte devaluación del peso, el aumento de los servicios públicos, transporte y combustible. También se puso topes a los aumentos salariales.
Con el argumento oficial de reducir el déficit fiscal, el objetivo era adelantar los precios a los salarios para licuar deudas y estabilizar, esperando liberar la economía para la entrada del capital extranjero.
El plan fue conocido públicamente como “Rodrigazo”, término que utilizó el Diario La Prensa para referirse al comienzo de la gestión de Rodrigo.
Pero el programa no funcionó. La economía entró en recesión y el país quedó al borde del default, razón por la que el gobierno terminaría realizando un nuevo acuerdo con el FMI.
Hubo desabastecimiento de combustibles y el fuerte rechazo del movimiento obrero que llevó a la CGT a concretar la primera huelga general contra un gobierno peronista.
Las movilizaciones populares contra el ajuste forzaron la renuncia de Celestino Rodrigo, que dejó su cargo el 17 de julio, 49 días después de su asunción.
El fracaso del brutal ajuste profundizó la crisis política e institucional, preparando el terreno para lo que sería el golpe militar de marzo de 1976.
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por Radio Perfil
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