Tres cervecerías de Mar del Plata desarrollaban una idea con fin solidario, de llevar barriles de cerveza a un barco hundido a 20 metros de profundidad en el mar, para dejarla añejar y al venderla donar lo recaudado.
En el mes de noviembre se colocó en barricas para esperar la maceración. El objetivo fue la elaboración de una cerveza con gusto a mar, denominada Kronomether.
Pero al retirar los barriles se encontraron con la sorpresa de que 4 de los 8 no estaban más. Prefectura recibió la denuncia y se lleva a cabo la investigación. Lo notorio del caso es que muy pocas personas sabían el lugar exacto a dónde se había depositado la cerveza.
Escuchá el informe de Beto Mena, de Radio Brisas, para Radio Perfil.
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