Guillermina Rizzo (Mat. 79.901) analiza una noticia que trae alivio en medio de recortes y polémicas: la aprobación, en la provincia de Buenos Aires, de la ley que establece capacitación docente obligatoria y gratuita en trastorno del espectro autista y neurodiversidades, tanto para escuelas públicas como privadas.
La iniciativa, impulsada por el senador Emmanuel Santalla y acompañada por todos los bloques, fue construida junto a familias TEA, comunidad educativa y especialistas. No resuelve todos los desafíos —que requieren recursos, políticas estables y una mirada integral—, pero representa un avance hacia una educación más inclusiva.
Rizzo recuerda que, en un contexto donde leyes fundamentales como la ESI y la Ley Nacional de Educación están siendo cuestionadas, valorar estos avances legislativos es esencial. La educación inclusiva, según la UNESCO, implica garantizar acceso y permanencia sin discriminación, algo que aún demanda una fuerte articulación entre Estado, familia y escuela.
El marco normativo es solo el primer paso: también deben eliminarse barreras y garantizar recursos e infraestructura para construir una escuela verdaderamente accesible, sin etiquetas y con derechos educativos para todos.

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