Tuesday 23 de April de 2024
Perfil

Macri o Larreta: el otro lado de “ganar perdiendo y perder ganando”

PODCASTS | Por Edi Zunino | 18 de November 11:26

Ayer, el presidente Alberto Fernández dejó afuera de los tiempos de diálogo y consenso que jura promover a Mauricio Macri y Javier Milei. Al mismo tiempo, elogió sin nombrarlos, a los opositores que, le consta, quieren sentarse a conversar las urgencias del país. Dados los antecedentes, no habría dudas de que se refería a Horacio Rodríguez Larreta y sus “palomas” del PRO, y a radicales como el jujeño Gerardo Morales o el neurólogo Facundo Manes, que no paran de insistir en que “la grieta” nos ha hecho mal. 
La mención presidencial es un convite tentador al centro de la escena, pero, a la vez, puede resultar un riesgoso salvavidas de plomo. Si el diálogo, en efecto, se produjera y sobre todo diera frutos en crecimiento, control de la inflación y consumo o alguito más de trabajo, sus promotores, ubicados en ese centro también desde el punto de vista político-ideológico, podrían adjudicarse la salvación del país y competir civilizadamente por la Presidencia de la Nación en 2023 celebrando en paz 40 años corridos de democracia. Suena idílico. Y sería definitivamente una pavada si el diálogo no prospera y las soluciones se pierden en el fragor y en el fango de los internismos y la crisis.
Ayer mismo, fue Diego Santilli quien marcó el tono distante pero activo de cómo los “racionales” del PRO compran el diálogo. En un tuit, aunque duro hacia el acto oficial que se desarrollaba en Plaza de Mayo, privilegió la concordia y la búsqueda de soluciones: “Presidente, la campaña ya terminó. Basta de discursos y marchas para la tribuna. El pedido de los argentinos fue claro. Hay que discutir ya cómo generar trabajo y cómo hacemos para que los argentinos vivamos más seguros”, dijo Santilli, mientras Fernández planteaba más o menos lo mismo desde la tribuna montada en la Plaza. No piensan hacer mucho más al respecto con Horacio Rodríguez Larreta que privilegiar la gestión, esperar los detalles del convite oficial –donde jugaría un rol esencial el “amigo” Sergio Massa- y resistir silbando bajito las críticas por las pintadas en el AMBA profundo con las consignas “Horacio Presidente 2023” y “El Colo Gobernador 2023”. En esa línea, pero sin mostrar la hilacha de candidato, el Jefe de Gobierno recibirá diciembre viajando por Londres y Madrid para promover el “turismo inteligente” a Buenos Aires.
En tanto, los “halcones” de Macri y Patricia Bullrich se despacharon con una lógica que podría considerarse análoga a la cristinista en el Frente de Todos: cuestionan el centrismo larretista, porque las novedades electorales se dieron por los extremos y culpan a la blandura del eje Larreta-Vidal-Santilli por no haber superado el 50% en CABA y haber perdido la preeminencia en el Senado bonaerense. Cuando el 10 de diciembre se componga el nuevo Congreso Nacional, se descuenta que veremos al macrismo puro y duro recostándose sobre los legisladores provenientes del centro rico del país y seduciendo al mini-bloque de Milei-Espert, para minar los entendimientos con el Gobierno y arrinconar contra el peronismo gobernante a Rodríguez Larreta y al radicalismo más progre.
Digamos que tanto el oficialismo como la oposición se dividen internamente entre quienes desean apurar el clima de las presidenciales dando por hecho el fracaso de lo que hay y aquellos que apuestan a enderezar sus gestiones para que ciertas mejoras en la economía y el estado de ánimo social construyan un 2023 al menos desagrietado. Ninguno tiene garantizado nada. Y menos, claro, los argentinos del montón.

por Edi Zunino

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