Fue la lucha, tu vida y tu elemento

Leopoldo Corretjer nació en Barcelona, en 1862 y falleció en Buenos Aires, en 1941. Director de orquesta y compositor, escribió varios tangos y marchas, y el Himno a Sarmiento, que se canta y cantábamos (o desafinábamos) con alegría en los actos escolares. Dice así
 

Fue la lucha, tu vida y tu elemento;
la fatiga, tu descanso y calma;
la niñez, tu ilusión y tu contento,
la que al darle el saber le diste el alma.

Con la luz de tu ingenio iluminaste
la razón, en la noche de ignorancia.
Por ver grande a la Patria tú luchaste
con la espada, con la pluma y la palabra.  

En su pecho, la niñez, de amor un templo
te ha levantado, y en él sigues viviendo.
Y al latir su corazón va repitiendo:
¡Honor y gratitud al gran Sarmiento!

¡Honor y gratitud, y gratitud!
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par
para el grande entre los grandes
Padre del aula, Sarmiento inmortal!

¡Gloria y loor! ¡Honra sin par!.

La tercera estrofa se escapa de la métrica general del poema al agregar un verso más a la estrofa. Este agregado puede ser una excusa para volver a leerla y ver cómo trabaja el hipérbaton,  esa figura retórica que altera el orden lógico de la oración. Recomponiéndola leeríamos así, “la niñez te ha levantado en su pecho un templo de amor y en ese templo de amor, en él,  sigues viviendo”. Si Sarmiento es el destinatario ineludible de este Himno, el sujeto y el objeto de toda la lucha es sin lugar a dudas la niñez.

Leopoldo Corretjer se trasladó en 1887 a Buenos Aires, donde obtuvo por concurso un cargo de profesor de música en el Consejo Nacional de Educación y fue designado luego inspector de la asignatura música en las escuelas de la ciudad de Bs.As.

Corretjer fue elegido para dirigir en la Plaza del Congreso, durante la conmemoración del Centenario de la Revolución de Mayo, una banda de 500 músicos y un coro de 30.000 escolares, que ejecutaron y cantaron el Himno Nacional Argentino.

por Elisa Salzmann