Es un personaje de ficción que se basó en la vida real del doctor Joseph Bell, un científico forense que daba cátedra en la Universidad de Edimburgo, Escocia. El padre del detective más famoso del mundo fue un hacendado inglés y su madre descendía de una estirpe de pintores franceses.
De joven cursó en la universidad medicina, derecho y química, entre otras materias, adquiriendo conocimientos fundamentales para su posterior trabajo como detective. También se unió a un grupo universitario de teatro, hecho que le fue muy útil a la hora interpretar los papeles que adoptó en algunos de sus casos.
En 1881, Holmes conoció al doctor John Watson en el laboratorio del hospital Saint Bartholomew, con el que compartió un piso en Baker Street y que luego sería acompañante y asistente de Holmes en sus investigaciones. La famosa frase “elemental mi querido Watson” no aparece en los libros de Conan Doyle sobre Holmes, sino en las primeras películas basadas en el personaje.
Según la caracterización de su autor, Holmes es un hombre de fines del siglo XIX, alto, delgado, elegante y frío; poseedor de un gran abanico de conocimientos, violinista, excelente apicultor y se aburre si no tiene retos intelectuales.
En sus trabajos como detective, Sherlock Holmes utilizó métodos científicos para resolver misterios, utilizando la lógica y las capacidades de observación y deducción, y siempre revelando la información de forma gradual.
Su característica más notoria es la utilización del razonamiento puro para resolver los casos, pudiendo llegar a las conclusiones más sorprendentes a partir de los detalles aparentemente triviales, gracias a su poder de concentración y a sus amplios conocimientos.
Las historias de Sherlock Holmes aparecieron por primera vez el 1 de diciembre de 1887 y desde ese momento hasta la actualidad se han recreado sus aventuras en historietas, dibujos animados, teatro, cine, radio y televisión. En Londres existe un museo dedicado a recrear el apartamento que se describe en la obra de Doyle y que está ubicado en el 221 de la calle Baker Street, exactamente la misma dirección que se menciona en la famosa novela. Allí se puede visitar el estudio, la recámara e inclusive el baño en el que pasaba sus días el famoso detective junto a su inseparable amigo de aventuras, el doctor Watson.
Guión de Javier Pasaragua y locución de Jimena Monyano.
por Radio Perfil
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