Thursday 30 de October de 2025
Perfil

Eiffel y su historia

PODCASTS | Por Esteban Nigro | 20 de March 13:00

Si hay un ícono de la ciudad de París que probablemente conozcamos aún sin jamás haber estado allí, es la torre Eiffel. Con esa forma tan particular que ha sido telón de fondo de innumerables películas, se nos hace eterna… ¿pero cómo surgió alguna vez este ícono de 300 metros de altura? ¿Realmente ese tal Eiffel la diseñó? ¿Es cierto que estuvo varias veces a punto de desmontarse? ¿Y qué hay de este lado del charco, existe algún rastro de Eiffel en Argentina? 

Gustave Eiffel nació en 1832 en la ciudad de Dijon, y con el tiempo se mudó a París donde se recibió de ingeniero. Después de algunos años de experiencia laboral, fundó la consultora y constructora Eiffel y Cia, que rápidamente adquirió un gran prestigio internacional construyendo en hierro cientos de importantes estructuras como puentes, grúas y estaciones de tren. 

Comenzada la segunda revolución industrial, en Europa surgió la tradición de realizar las denominadas Exposiciones Universales que se centraban en la presentación de avances tecnológicos y el fomento de su comercio. El teléfono, por ejemplo, fue un invento que vio la luz allí por primera vez. En el año 1886, el estado francés comenzó a organizar los festejos que se realizarían tres años después en conmemoración del centenario de la Toma de la Bastilla. En ese marco, se decidió que París albergara una nueva Exposición Universal para 1889 en un predio de 96 hectáreas muy cerca del río Sena y que a modo de bienvenida de los visitantes, se construyera una torre de gran altura. Tras la presentación de más de cien proyectos de torres, el diseño de dos ingenieros de la constructora Eiffel y Cia. fue el ganador. Y tras darle un arquitecto de la compañía su aspecto definitivo, ahora sí Gustave Eiffel se encargó de dirigir su construcción.

Durante los primeros 5 meses y dada la cercanía al río Sena, la obra se centró en la construcción de los cimientos sobre los cuales las cuatro patas de hierro forjado de la torre se apoyarían. Poco a poco, durante dos años los parisinos vieron erigir una estructura de 300 metros de alto que resultó acabada en 1889 pronta para recibir a los asistentes a la Exposición Universal.​ Y si bien el público había visto con gran atractivo la evolución de la construcción de aquella torre, se sorprendieron de un día para el otro cuando supieron que ya estaba terminada, que aquel esqueleto que ellos ahora veían era la versión definitiva. Y es que el principal desafío estético de los ingenieros de Eiffel y Cia. fue tener el atrevimiento de convertir a la estructura del edificio, en la protagonista no principal sino absoluta de la construcción cuando hasta entonces siempre se la escondía pudorosamente. Sin ir más lejos, la estructura interna de la estatua de la Libertad fue diseñada por Eiffel pero no la vemos dado el famoso diseño de la mujer llevando la antorcha que la cubre.

Sus contemporáneos criticaron tanto su aspecto "inacabado", que al vencer la concesión de 20 años que Gustave Eiffel tenía para explotar su uso como atractivo turístico, la ciudad quiso desmontarla o incluso cubrirla dándole un aspecto de montaña. Rápido, su constructor alegó que esa torre no debía desaparecer ya que era útil para hacer todo tipo de experimentos científicos. Así, en 1912 por ejemplo se lanzó un concurso para que los diseñadores de paracaídas pongan a prueba sus prototipos lanzándolos desde la torre. Lamentablemente por entonces, se presentó también un famoso sastre que habiendo diseñado un paracaídas que consistía de ropas holgadas murió en el acto al caer desde gran altura. 

Eiffel también colaboró a salvar su torre al proponer la instalación de una antena de radio en su punta. La intercepción de un radiograma alemán codificado durante la primera guerra mundial permitió frustrar un ataque alemán, demostrando la utilidad de la torre. Y fue así que poco a poco esta estructura, que fue la más elevada del mundo durante 41 años, se amigó con los parisinos sumado al éxito masivo de concurrencia que tuvo a partir de los años sesenta con el desarrollo del turismo internacional. 

Y qué hay de la presencia de la constructora de Eiffel en la Argentina? Durante los festejos del centenario de nuestra independencia en 1916, se le compró a la empresa francesa una vuelta al mundo y fue uno de los atractivos de los festejos en la ciudad de Tucumán. Con el tiempo, fue trasladada a la ciudad de Córdoba donde actualmente la vemos sin funcionar pero bien mantenida en el Parque Sarmiento. Pero si de Eiffel hablamos, la gran protagonista que conservamos por estos pagos se encuentra en el barrio San Vicente de la mencionada ciudad mediterránea y desde 2019 se puede visitar. Allí, una casa desmontable de dos plantas, con balcón y galería conserva su estructura de columnas y vigas de hierro, paredes de planchas de acero y un sistema de aireación mediante ranuras. Todas las piezas están ensambladas y remachadas, sin necesidad de una sola soldadura. Estas viviendas prefabricadas tienen una tipología similar a las presentadas en la citada Exposición Universal de París de 1889. La casa cordobesa tiene 2000 remaches, y la famosa torre parisina 2 millones y medio!

por Esteban Nigro

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