El 11 de septiembre de 1888 murió Domingo Faustino Sarmiento.
El prócer y presidente argentino fue impulsor de la educación pública en el país y realizó destacados aportes a la cultura y la literatura nacional.
Faustino Valentín Quiroga Sarmiento nació el 14 de febrero de 1811 en la ciudad de San Juan. Fue anotado al día siguiente, el 15 de febrero, fecha establecida como oficial.
Adoptó el nombre “Domingo” como tradición familiar y su infancia estuvo marcada por la influencia de su madre, Paula Albarracín, jefa del hogar.
Sarmiento fue educado en su hogar tanto por su padre como por su tío y entre 1915 y 1821 asistió a la Escuela de la Patria en su ciudad natal.
Con 15 años acompañó al destierro a su tío, el Fray José de Oro, como consecuencia de las guerras civiles en San Juan.
Juntos fundaron en San Luis una humilde escuela con 7 alumnos, lo que despertó la vocación docente de Domingo Faustino.
La victoria federal en 1831 y la invasión de Facundo Quiroga a San Juan provocó el primer exilio de Sarmiento, que emigró a Chile. Allí siguió desarrollando su carrera como educador, mientras realizaba otros trabajos para subsistir, y continuó estudiando de forma autodidacta.
En 1836 regresó a San Juan con fuerte impacto en la educación y cultura. Fundó la Sociedad Literaria, filial sanjuanina de la porteña Asociación de Mayo de 1810, y creó el periódico “El Zonda”.
Las críticas al gobierno federal le valieron un nuevo exilio a Chile. Allí contribuyó a la creación y dirigió la Escuela Normal de Preceptores, primera institución latinoamericana especializada en preparar maestros
En 1845 y por encomendación del gobierno chileno realizó viajes por Europa y Estados Unidos para estudiar sus sistemas educativos.
En 1851 regresó al país para enlistarse en el ejercito argentino del general Justo José de Urquiza, pero tras la caída de Rosas entró en conflicto con Urquiza y volvió a marcharse en Chile.
Cuatro años después retornó a Argentina para dar curso con su carrera política, habiendo tenido participación activa durante toda su vida.
Fue nombrado Jefe del Departamento de Escuelas, ofició de concejal, senador y en 1862 asumió la gobernación de San Juan tras ser enviado por el presidente Bartolomé Mitre.
Sin poder desarrollar su ambicioso plan para la provincia renunció dos años después, y fue enviado a Estados Unidos en misión encomendada por Mitre.
Continuó capacitándose tanto en política como en educación, y mientras residía en Estados Unidos fue elegido presidente de la nación, imponiéndose en las elecciones nacionales de abril de 1868 en fórmula con Adolfo Alsina.
Su gobierno estuvo marcado por múltiples conflictos. La guerra con Paraguay, epidemias de cólera y fiebre amarillas, levantamientos militares, asesinatos políticos y hasta un atentado contra su vida.
Sarmiento fue impulsor de la educación pública y laica. Trabajó en búsqueda de garantizar y profesionalizar la educación primaria, fundó diversas entidades educativas y convocó para trabajar en el país a 65 docentes estadounidenses.
La inmigración, el transporte y las comunicaciones fueron otros aspectos importantes del plan de gobierno de Sarmiento, considerado fundacional del estado argentino moderno.
Tras su mandato fue senador, Ministro de Interior y Superintendente de Escuelas.
La faceta como escritor de Sarmiento lo posiciona como uno de los grandes prosistas argentinos.
El ensayo “Facundo o Civilización y barbarie en las pampas argentinas” es considerada la pieza más importante de una obra marcada por sus ideales, y también por la polémica.
Pasó sus últimos meses de vida en Asunción, alejado por recomendación médica del frío invernal de Buenos Aires.
Entre los múltiples homenajes y reconocimientos recibidos, la fecha de su muerte fue elegida para conmemorar el día del maestro.
El 11 de septiembre de 1888 murió Domingo Faustino Sarmiento. La historia también es noticia. Radio Perfil.
por Radio Perfil
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