El reconocido historiador y sociólogo británico, especializado en la historia del movimiento obrero y social de la Argentina, analiza el rol de la mujer en el peronismo de la década del 40 y la figura de Evita en contraste con Cristina Kirchner, y afirma que los sindicatos ya no son la columna vertebral del peronismo.
¿Cuál es el foco central de su vida intelectual durante los últimos 25 años?
El foco central. No sé si hay un foco central, hay varios focos, pero tienen una relación uno entre la otra. Así que diría es pasado fundamentalmente sobre el proyecto sobre Berisso, que es una historia de la comunidad de Berisso y tiene varios aspectos.
—¿Por qué Berisso, por qué Berisso tan central, para entender el movimiento obrero y el peronismo en la Argentina? Y compartamos con los lectores que estamos hablando de una localidad del conurbano de la provincia de Buenos Aires.
—Sí, para un historiador y principalmente somos historiadores, Mirta Lobato y yo. Es obvio que tiene dos elementos básicos que cualquier historiador, especialmente una historiador social, interesado en los temas laborales de la historia de clase obrera, debería interesarse. Berisso se autodefine por dos reivindicaciones principales, que es la capital de los inmigrantes y que es la cuna del peronismo. Primero se refiere a la llegada de miles y miles de trabajadores inmigrantes para trabajar en los frigoríficos en la época clásica de la inmigración masiva en la Argentina, antes de los 30. Los frigoríficos de Berisso se instalaron, los dos grandes en la primera década del siglo 20, el Swift, el Armour, dos empresas norteamericanas. Y la mano de obra fue reclutada por casi toda Europa, una buena parte del Medio Oriente y también de otros lugares, como obviamente había trabajadores de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo. Pero en general fue una mano de obra inmigrante y se definió la comunidad para siempre en ese sentido. Fue denominado capital de inmigrantes por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, el general Ibérico Saint-Jean en el 78 por decreto. Y todavía tiene funcionando unas 12 colectividades extranjeras. Entonces para cualquier estudiante de la inmigración argentina y la importancia etcétera en la formación de una comunidad obrera, es como un caso laboratorio, digamos, de la historia.
—Usted también plantea de los migrantes internos de Santiago del Estero.
—Claro, después de 1930, cuando bajan la cantidad de emigrantes externos, la mano de obra viene principalmente de sucesivas ondas de trabajadores migrantes que venían de todas partes, pero especialmente de las provincias del norte. Y uno de ellos, tal vez en Berisso, la provincia más importante fue Santiago, entonces tiene un centro de residentes santiagueños que viene de los años 44, 45 y todavía está funcionando. Entonces para nosotros era un ejemplo de como estudiar las relaciones...
—Como un túnel de viento en ingeniería para reproducir allí en pequeño, todo.
—Todo, exacto. Y en parte debo decir que el peronismo es un elemento secundario de este estudio.
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