Europa está viviendo una nueva ola de contagios de Covid-19 que no están relacionados directamente a la peligrosidad de la variante Delta, si no a la resistencia cada vez mayor y organizada de los sectores llamados "antivacunas".
Alemania, Francia, Italia, Portugal, países que en su momento habían controlado el coronavirus, están viviendo esta nueva ola por el accionar de grupos organizados que cada vez más están siendo vinculados a grupos políticos específicos.
Según una nota del New York Times, son los sectores vinculados a los populismos nacionalistas que están llevando adelante estas campañas de resistencia firme contra las vacunaciones. Esto hace que en la mayoría de los países europeos el promedio de vacunación ronde el 70% pese a que la infraestructura de las campañas permitiría que ya se hubiera inoculado a toda la población.
La respuesta de los Gobiernos europeos ha sido dificultar cada vez más la vida cotidiana de quienes no quieren vacunarse. Hay restricciones a los viajes, a ir al trabajo, hay multas, exigencias de certificados para entrar a cafés o peluquerías, es decir, un montón de alternativas siempre dejando de lado la más popular en otros lugares del mundo que es la vacunación obligatoria.
Habrá que ver cómo evoluciona este conflicto social que puede complicar la recuperación económica del viejo continente.
por Santiago Farrell
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