Mario Alberto Kempes: el legendario Matador cumple 70 años

El “Matador” es reconocido como uno de los mejores futbolistas de la historia argentina, y fue pieza clave para la obtención de la primera Copa del Mundo.

Nació en Bell Ville, Córdoba, y con nueve años comenzó su recorrido en el fútbol, jugando para las divisiones inferiores del Club Talleres de Bell Ville. 

El dueño de la carpintería donde trabajaba le consiguió una prueba en Instituto de Córdoba. Kempes se presentó con 17 años y mintió sobre su identidad para que no lo condicione el reconocimiento que había obtenido como futbolista amateur.  

Bajo el seudónimo “Carlos Aguilera” dio Mario Kempes su prueba en Instituto, y tras marcar dos goles en quince minutos acordó ese mismo día su contratación.

Jugó algunos amistosos más como Aguilera hasta que el 10 de marzo de 1972 firmó el vínculo con Instituto de Córdoba, que pagó su pase por una cifra cercana a los tres mil dólares.

Por pedido expreso de su padre, Mario Kempes se quedó viviendo en Bell Ville para poder completar sus estudios.

El delantero tuvo un extraordinario inicio con Instituto en la Liga Cordobesa. Marcó 78 goles en 81 partidos y contribuyó a que el equipo vuelva a ser campeón después de seis años, clasificando al Torneo Nacional 1973.

Kempes debutó en Primera División el 5 de octubre de 1973 con derrota ante Newell´s. Cuatro días después marcó su primer gol en la elite, ante River Plate y en el estadio Monumental.

Mario fue uno de los tres máximos goleadores de aquel campeonato y eso le valió su llegada a la Selección Argentina.

Formó parte de un equipo juvenil que disputó el torneo amistoso de Cannes, metiendo 4 goles en 3 partidos.

Inmediatamente fue convocado por Enríque Sívori a la selección mayor, formando parte  de la conocida “selección fantasma”, un equipo alternativo que viajó a la Quiaca para acostumbrarse a la altura en vísperas a un duelo clave con Bolivia .

Kempes debutó en la Selección Argentina el 23 de septiembre de 1973, con triunfo ante Bolivia por Eliminatorias Sudamericanas, y repitió semanas después contra Paraguay en duelo que clasificó a la Albiceleste para el Mundial de Alemania.

En 1974 fue comprado por Rosario Central. Kempes demostró en el Canalla su capacidad para generar juego, sin embargo siguió arrollando en las redes y fue máximo goleador del Torneo  Nacional 74 con 25 goles en 25 partidos.

El Matador dejó una importante huella en Rosario Central con 97 goles en 123 partidos, siendo el goleador histórico del club hasta que Marco Rúben lo superó en 2021.

En 1976 fue fichado por el Valencia de España, que pagó una cifra récord para ese entonces de medio millón de dólares.

Kempes arrolló en su llegada a Europa y fue máximo goleador de La Liga de España en sus primeras dos temporadas, siendo el primer futbolista en lograrlo.

Así llegó al Mundial de 1978, donde de la mano de César Luis Menotti la Selección Argentina lograría la primera Copa Mundial de su historia.

Kempes era el único futbolista del plantel que jugaba en el exterior, y fue una de las grandes figuras.

El Matador marcó ante Polonia su primer gol en una Copa del Mundo. En ese partido protagonizó una jugada histórica evitando una conquista polaca al volar como arquero para pegarle un puñetazo a la pelota.

El juez lo amonestó, cobró penal y Ubaldo Filliol lo atajó.

Kempes marcó también dos goles en la final ante Países Bajos, y fue máximo goleador del Mundial con 6 tantos, siendo todavía el último argentino en lograrlo.

Con la Selección Argentina marcó 20 goles en 43, fue Campeón del Mundo y es considerado uno de los más grandes de todos los tiempos.

En Valencia completó seis temporadas y ganó tres títulos, encabezando una era dorada en el club que lo tiene como ídolo máximo.

En 1981 regresó a Argentina para jugar en River Plate, y se consagró campeón del Nacional 81 marcando el gol decisivo en la final con Ferro. Fue el único título de liga logrado por el Matador.

Kempes regresó a Europa tras su breve paso por River, que no pudo retenerlo económicamente, con otro ciclo en Valencia y un par de temporadas en el Hércules de Alicante.

El Matador cerró su carrera jugando algunos años Austria, tuvo un breve paso por el ascenso de Chile y se despidió del fútbol en 1996 con la camiseta del Pelita Jaya de Indonesia, donde también fue entrenador.

Kempes no le dio regularidad a su carrera como técnico y terminó consolidándose como comentarista para la cadena deportiva ESPN.

Recordado por su potencia y capacidad goleadora, “no diga gol, diga Kempes” fue una frase que se asoció a su extraordinario talento para convertir.