El 13 de septiembre del 2007 la Federación Internacional del Automovilismo aplicó una sanción histórica a McLaren por actos de espionaje contra Ferrari
La escudería británica fue encontrada culpable en el caso de espionaje conocido como “Spygate” y recibió la multa económica más importante en la historia de la Fórmula 1.
La FIA también suspendió la participación de McLaren en el campeonato de constructores 2007, sin embargo no dispuso ninguna sanción contra sus entonces pilotos Lewis Hamilton y Fernando Alonso.
El escándalo comenzó a tomar forma en plena temporada 2007 de Fórmula 1. El 27 de junio Ferrari presentó en Módena una denuncia formal en contra de su propio ingeniero Nigel Stepney.
El entonces jefe de mecánicos de Ferrari había tenido un rol clave durante el reinado de Michael Schumacher en la categoría, sin embargo llevaba un tiempo perdiendo lugar dentro equipo.
Ferrari realizó una investigación interna por robo de información técnica y como resultado resolvió el despido de Stepney.
También anunció el comienzo de una demanda penal en Inglaterra contra un ingeniero del entonces equipo Vodafone McLaren-Mercedes.
El apuntado fue Mike Coughlan, jefe de diseño de la escudería británica, acusado de haber recibido un informe de 780 folios con información técnica confidencial de Ferrari.
La Federación Internacional del Automovilismo realizó su propia investigación y el 12 de julio de 2007 resolvió no aplicar ninguna sanción a McLaren por falta de pruebas, aunque no cerró el caso.
El 5 de septiembre la FIA anunció haber recibido nuevas evidencias con respecto al “Spygate”, incluyendo llamadas telefónicas entre Nigel Stepney y Mike Coughlan.
El Consejo Mundial del máximo rector del automovilismo citó a pilotos, miembros del equipo técnico y accionistas de McLaren para avanzar con la investigación.
El 13 de septiembre del 2007 La Federación Internacional encontró culpable a McLaren por recopilar y retener ilícitamente información de Ferrari para conferir una ventaja deshonesta y fraudulenta.
FIA sancionó a la escudería con 100 millones de dólares, la multa más importante en toda la historia de la Fórmula 1.
También le quitó el puntaje obtenido durante el campeonato de constructores del 2007, prohibiéndole sumar puntos durante las últimas cuatro carreras de la temporada.
La sanción deportiva impidió que McLaren conquistara el campeonato de constructores, habiendo obtenido el puntaje necesario para hacerlo.
A su vez FIA decidió no sancionó a Hamilton ni a Alonso, quienes mantuvieron su puntaje intacto dentro del campeonato de pilotos.
Sin embargo el título fue para el finlandés Kimmi Raikkonen (KIMI RÁIKONEN), quien se consagró con un punto de ventaja sobre los automovilistas de MacLaren y le dio a Ferrari su todavía último campeonato de pilotos.
El 13 de septiembre del 2007 la Federación Internacional del Automovilismo aplicó una sanción histórica a McLaren por actos de espionaje contra Ferrari.
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