Estamos empezando una semana considerada clave para ver cómo avanza el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar los US$ 44.000 millones tomados por la Gestión Macri en 2018. El texto definitivo podría estar acordado para este jueves, pero sea ese día u otro, ni bien haya un texto, el Congreso Nacional va a pasar a ser el centro de atención y de tensión política. La Cámara Baja viene de sentir el cimbronazo de la renuncia de Máximo Kirchner a la titularidad del bloque oficialista por oponerse al pacto. En la Cámara Alta, resuena el silencio de su mamá, la Vicepresidenta de la Nación, que hasta este momento no emitió ni un sonido al respecto.
Pablo Daniel Blanco es senador nacional por Tierra del Fuego. Es radical e integra el bloque opositor de Juntos Por el Cambio. Llama la atención que, desde la vereda de enfrente del Gobierno, anticipe con mucha naturalidad su apoyo al entendimiento, salvo que el proyecto definitivo venga con algún “domingo siete”. Se ubica en línea con el gobernador del otro extremo del país, Gerardo Morales, y su posición contrasta con la efusividad agrietada del presidente del bloque, el radical mendocino Alfredo Cornejo, que llegó a sostener -más a tono con Patricia Bullrich, la titular del PRO- que la oposición no debería votar el acuerdo con el FMI si CFK no lo apoya explícitamente.
Dice el senador Blanco:
-Algunos piensan que nosotros vamos a salir adelante con la confrontación y yo creo que no. Creo en el entendimiento, más allá de las diferencias lógicas que hay. Necesitamos hacer eje en las coincidencias y no en las disidencias. Es lo que requiere el país. La política necesita del diálogo, sin pretender que ponernos de acuerdo en algo signifique que pensamos todos lo mismo. Hay que buscar un común denominador…
-O sea que no todos están pensando exactamente lo mismo dentro del bloque opositor…
-Y no sólo dentro del bloque opositor. Me animaría a decir que también dentro del oficialismo. Uno habla en privado con otros colegas senadores del oficialismo y coincidimos en muchas cosas. Pero después, muchos llevan las cosas a los extremos, que parece que esto fuera un River-Boca. Ese camino no nos ha llevado a nada bueno. Y aquellos que pensamos que en el diálogo y la búsqueda de consensos está la solución, más allá de las diferencias, debemos seguir trabajando para encontrar caminos en común. Por supuesto que no ayuda mucho un Gobierno que llama al diálogo y no hace el diálogo. El peor fracaso es no intentar las cosas. Debemos seguir insistiendo hasta lograr esas posturas.
De hecho, el Senado -y también Diputados- viven días de parálisis por las indefiniciones en el armado de las comisiones parlamentarias. Hace unos días, circuló el rumor de que Cristina les había ordenado a los suyos que “den las comisiones que se tengan que dar”, pero Pablo Blanco asegura que el oficialismo está empecinado en no escuchar lo que se decidió en las urnas, con el consecuente cambio en la composición de la Cámara, y pretende mantener la mayoría, cuando se debería dar un reparto más equilibrado.
En ese Senado tenso, existe la expectativa de que, este año, se destape un contrapunto más expuesto entre dos mujeres fuertes, la propia vice y la flamante senadora por Santa Fe: Carolina Losada.
Dice Blanco al respecto:
-Carolina viene con amplios pergaminos. Haber ganado una elección en Santa Fe después de cincuenta años que el radicalismo no se imponía en esa provincia tan importante, es un logro muy importante. Es una persona muy preparada. Muchos la quieren banalizar porque viene de los medios o del espectáculo, pero tiene mucha formación y su trabajo acá va a ser muy importante. Mi manera de pensar: muchos desde los medios dejan la idea de que la política pasa por lo que hace o deja de hacer Cristina. Y acá lo que se debe imponer es qué hacemos nosotros. Muchos la critican un montón, pero la ponen en el centro como si fuera la única actriz de lo que sucede en la Argentina. Acá hay más actores. Tenemos que trabajar. Y Cristina será la Vicepresidenta lo que le queda y será una figura que tendrá su importancia en la historia, pero no es el centro indiscutible de la escena, como se la quiere hacer ver desde la política y desde los medios de comunicación.
por Edi Zunino
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