Que difícil hacer reír por largo tiempo, sostenido, entretenido y pegadizo.
Que complejo hacerlo de forma única, inigualable, poco comparable con algún otro grande como vos.
Que legado nos dejas, cuántas grabaciones que la tecnología nos traerá para nunca olvidarte.
No solo me hiciste reír, y lo seguirás logrando por el resto de mi vida, sino que además, crecí viendo reír a toda mi familia con vos.
Fuiste mi primer capocómico, porque de Olmedo, del gran Olmedo, claro que me acuerdo y hasta puedo reírme hoy, pero vos estabas cerca, te tuve cerca en vivo y en directo, en asados, en grabaciones donde habían estado mis seres queridos presentes.
Cuántas historias podría contar. Cuántos cuentos recuerdo. Cuánto he pedido a quien te imita como los dioses en mi tierra natal que cuente tus cuentos.
He viajado de piba con vos, te he entrevistado de más grande, hemos compartido eventos, y la última vez que hablamos fue a fin de 2022.
Nunca pensé en hacerte un pequeñísimo homenaje a tu partida reciente y fugaz, hoy sabado 16 de septiembre de 2023.
Salió así, en la noche, la que tanto sabemos te gustaba.
La vida, los vínculos, la gente, la vida, las risas, las lágrimas, la vida, la muerte, los familiares, la vida… La vida, eso es lo que debemos valorar cuando aquí estamos, cuando aquí nos vemos, cuando aquí nos sentimos y disfrutamos.
Paso el congreso internacional de maíz, segunda edición.
Lo disfruté; lo presenté, lo atravesé. Espero todos los que allí estuvieron y los que vieron por internet así lo hayan vivido.
Disertantes de alto nivel, de aquí y de otros lados, se congregaron en dos salas magnificas y en un hall comercial del centro provincial de convenciones de Paraná, Entre Ríos.
Me vuelvo a quedar con todo el potencial del maíz argentino; con la mejor huella de carbono de este cultivo en el mundo; con la posibilidad de agregar valor y consumir y sobre todo exportar. Con la sostenibilidad ambiental que demuestra a cada semilla este producto.
Las perspectivas de una mejor argentina están intactas. El temor de que algo falle también. Pero las ganas superan cualquier adversidad. Y la unión de todos por el bien común también tiene que prevalecer.
No nos contemos ningún cuento.
Para eso están y estuvieron los que nos dibujaron sonrisas inmensas y carcajadas inolvidables.
Hagamos honor a los cómicos no intentando contar cuentos, sino creando realidades de felicidad, divertidas pero no ridículas.
Entendamos que la hora del chiste pasó para la Argentina. Llegó la hora de ponernos más serios que nunca y pensar juntos todos juntos en nuestro país. La diversión será diversión si está bastante asegurada para la mayoría, y no para unos pocos.
De nuevo, hagamos honor a los que saben, y a los que supieron como él, que sabia como contar un cuento, escrito por él mismo, sin quedar en el ridículo.
Descansá en Paz, Gato Peters.
Por la política del bien común que tanto perseguías, hoy decimos, SALUD, por la Argentina.
por Jorgelina Traut
Galería de imágenes
Comentarios