El 2 de julio de 2008, en Colombia, el ejército realiza la Operación Jaque, en la que rescatan a 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt.
Además de la politóloga, fueron liberados tres contratistas estadounidenses y once soldados en poder del grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
El exitoso rescate del ejército colombiano no dejó ningún muerto.
La liberación de los secuestrados por la guerrilla fue a partir de una compleja planificación.
De hecho, es la estrategia militar más aclamada del ejército colombiano en su historia reciente.
Una operación que no registró el disparó de una sola bala.
El engaño fue la clave de una historia atrapante.
Íngrid Betancourt, quien era candidata presidencial en ese entonces, fue secuestrada en el 2002 por las FARC.
La guerrilla consideró a Betancourt y otros rehenes como piezas claves para establecer negociaciones con el gobierno.
Su principal fin era hacer un canje de prisioneros a cambio de combatientes detenidos en cárceles colombianas.
En 2007, un subteniente de la policía colombiana logró fugarse de un campamento de la guerrilla.
Al volver a su ciudad, declaró que había estado con Betancourt, Clara Rojas y tres contratistas estadounidenses.
Su testimonio dejó información primordial como la ubicación aproximada del campamento guerrillero, ubicado en la selva Guaviare, en la región Amazónica.
A partir de ese momento, soldados del ejército decidieron idear un plan muy arriesgado que pondría en peligro sus vidas.
Todo por tratar de rescatar al grupo de rehenes que se había demostrado que seguían con vida.
Se decidió entonces utilizar de coartada una supuesta misión humanitaria que transportaría a los secuestrados a un nuevo campamento guerrillero.
Nueve hombres del ejército se harían pasar como miembros de la misión humanitaria, entre los que se incluía un periodista y un camarógrafo.
Se modificaron dos helicópteros al pintarlos de rojo y blanco. Le diseñaron a la ONG un logo, le crearon una página web e inclusive una oficina.
Estas personas se prepararon arduamente con clases de teatro y ensayos de la Operación Jaque en la base militar de Tolemaida. Tendrían que ir completamente desarmados a hablar con los guerrilleros, por lo que su actuación debía ser perfecta.
El ejército logró infiltrarse en las comunicaciones del bloque oriental de las FARC. Lograron hacerse pasar por los cabecillas de la guerrilla y le dieron órdenes para un supuesto intercambio humanitario que se iba a realizar a cambio de combatientes de las FARC en cautiverio.
Hasta el presidente Álvaro Uribe, que sabía del plan engañoso, colaborò al anunciar de manera pública el supuesto intercambio.
El día esperado llegó como así también el helicóptero al campamento. Los recibió el jefe, alias “César”, que creyó de la operación.
Los secuestrados mostraron resistencia en un principio. Íngrid Betancourt no quería subir al helicóptero porque creía que «era solo un show mediático más de las FARC.
Dentro del helicóptero, mientras distraen a alias ‘César’ con una supuesta entrevista, los guerrilleros fueron noqueados y controlados rápidamente.
Después de la confusión, se le dijo a los secuestrados que habían sido rescatados por el ejército. Algunos llevaban ya 10 años en cautiverio.
El hecho fue toda una hazaña y dejó humillada a la guerrilla: sin una sola gota de sangre, les habían engañado y burlado en la cara.
El 2 de julio de 2008, en Colombia, el ejército realiza la Operación Jaque, en la que rescatan a 15 secuestrados, entre ellos Íngrid Betancourt.
La historia también es noticia en Radio Perfil.
Guion de Andrés Ruíz y locución de Pita Fortín.
por Radio Perfil
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