Si hay algo que se repitió durante toda la pandemia, son los distintos criterios que quieren utilizar la Ciudad de Buenos Aires con respecto a lo que indica la Nación.
Luego de la reunión del Consejo Federal de Educación que encabezó el ministro de Educación, Nicolás Trotta, se establecieron nuevos parámetros para la vuelta a la presencialidad en las escuelas y la manera en que deben formarse las burbujas dentro del aula. Hubo solamente dos provincias que no acataron y no firmaron este acuerdo.
Una fue Mendoza y la otra la Ciudad de Buenos Aires, que pretenden que vuelvan las clases de manera totalmente presencial, como era antes de la pandemia y de esta forma romper el sistema de burbujas. Lo que dicen desde Nación es que esto no es conveniente ahora, ya que se perdería el distanciamiento social, uno de los pilares de los cuidados en contra de la pandemia junto con el tapaboca.
Si todos los alumnos deben volver al aula al mismo tiempo, implicaría que 30 chicos estén dentro del mismo lugar sin poder mantener la distancia del metro y medio entre ellos, por lo que el distanciamiento social sería imposible de cumplir. Por eso, desde el Ministerio de Educación lo que están planeando a la Ciudad es que pueda rever esta posición. Todavía hay tiempo ya que las clases vuelven el 4 de agosto.
Paralelamente hay un nuevo frente de conflicto con los gremios de la Ciudad de Buenos Aires, que ya anunciaron un paro para cuando vuelvan las clases, justamente en contra de la medida de volver a la presencialidad absoluta en las escuelas. Por su parte, Nicolás Kreplak, el viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, cree que todavía no es tiempo y que primero habría que llegar a la vacunación total de alumnos y profesores para esa instancia.
por Alejandro Gomel
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