Los salarios crecieron 2,3% en junio contra una inflación del 3,2%, mientras que en la evolución en doce meses, junio contra junio, el dato es el de mayor pérdida del poder adquisitivo de los salarios que se ubican en un 43% y la inflación marcó levemente por encima del 50%. El dato positivo es que durante el primer semestre los salarios estuvieron muy cerca de la inflación, ya que los salarios crecieron 25% y la inflación fue del 25,3%.
El Gobierno sostiene que este año el salario le va a ganar a la inflación, y es algo que pueda suceder en los próximos meses, con respecto a julio, agosto y septiembre. Pero todo indica que la inflación volverá a aumentar de forma considerable.
La inflación de julio va a estar cerca del 2,9% y la de agosto levemente más baja a causa de los congelamientos de precios que se han hecho con un tipo de cambio oficial en retraso. El problema viene del lado de la emisión monetaria, que viene creciendo desde mayo para solventar el déficit fiscal que también esta en alza debido al gasto público por las elecciones.
Todo lo que se viene haciendo con respecto a precios y atraso del tipo de cambio favorece para achatar la inflación pero a mediano plazo el efecto de la emisión monetaria se va a volver a sentir.
por Fernando Nolé
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