El movimiento antivacunas o negacionista cuenta entre sus filas con famosos locales y también con “tops” mundiales, que al tener millones de seguidores se convierten en potentes formadores de opinión a nivel planetario.
Todavía está fresco el conflicto que enfrentó a Novak Djokovic con las autoridades sanitarias australianas. Los antivacunas lo elevaron a la categoría de héroe y aquellos que están a favor de la vacunación lo atacaron sin miramientos.
Lo cierto es que con su actitud el tenista número uno del mundo resultó un altavoz fabuloso para ambos bandos. Y no es el único caso.
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por Sergio Manaut
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