De las muchas maneras de ver y disfrutar la última película de Mariano LLinás, Popular tradición de esta tierra, podríamos - basándonos en el ejercicio de relectura - aventurarnos y decir que en este road trip etimológico se dejan las raíces de las palabras a la vista, se muestra el camino por el cual las cosas llegan a ser y así se revisita otro tiempo, el del cancionero campero en disputa con el tango. Lo interesante de esta revisitación es la mirada de soslayo, la mirada del lado del camino, las banquinas, el rancherío despoblado, los colores apagados en contacto siempre con el aquí y el ahora de la lectura a tres voces del guión. Porque el guión se va leyendo en las voces de Laura Paredes, Mariano LLinás y Pablo Dacal. Es esta mirada la que rescata del bello Juan Chassaing otra letra para el pabellón nacional, habida cuenta de que él, junto a Juan Imbroisi, es autor de la icónica Canción a mi bandera, la idolatrada. Esta segunda canción dice así:
A mi bandera
Página eterna de argentina gloria,
melancólica imagen de la patria,
núcleo de inmenso amor desconocido
que en pos de ti me arrastras,
¿bajo qué cielo flameará tu paño
que no te siga sin cesar mi planta?
Cuando el rugido del cañón anuncia
el día de la gloria en la batalla,
tú, como el ángel de la inmensa muerte,
te agitas y nos llamas.
¡Allá voy, allá voy sobre las olas,
allá voy, allá voy sobre la pampa,
bajo el cañón del enemigo injusto
a levantarte un trono en la muralla!
¡Ah, que la sombra de la noche eterna
me anuble para siempre la mirada
si un día triste viéramos mis ojos
huyendo en la batalla,
página eterna de argentina gloria,
melancólica imagen de la patria!
Juan Chassaing nació en 1839 y falleció el 3 de noviembre de 1864 , vivió 25 años, combatió en Pavón, en Cepeda y en San Nicolás. Se recibió de abogado y fue diputado provincial.
Popular tradición de esta tierra , la película de LLinás, parecería ser sobre la figura de Ignacio Corsini y el desglose irreverente y necesario de las letras de sus canciones. Mariano LLinás logra captar al espectador con una mirada tan auténtica como paródica, logra que la Tristeza criolla se vuelva - Judith Butler mediante - Realeza campechana.
Tristeza criolla
Ya en el rancho no nacen las flores
Ni se ve la guitarra colgada,
Ya no escucha la verde enramada
El idilio campero de ayer.
Ya no se oyen rodar las espuelas
Zapateando un malambo en la siega,
Ni se escuchan los “tristes” de Vega
Recordando el perdido querer.
La morocha... de ojos negros
Ya en tardes de primavera,
Recostada... en la tranquera
No espera más el zorzal.
Y el paisano no atraviesa
La misteriosa laguna,
Ni se oye... en noches de luna
El Pericón Nacional.
Ya todo eso llevaron los años
Ya no cruza, veloz, el “pampero”,
Y en las cañas, sostén del alero
No se para el jilguero a cantar.
Esa pampa callada es la tumba
De recuerdos que mi alma no olvida,
La tapera, su loza impulida
Y su cruz, el ombú secular.
Letra y música : Ignacio Corsini y Julián De Charras
Vale bien la pena asistir al desglose literario de este poema en la interpretación de Paredes- LLinás- Dacal.
Elisa Salzmann
para Radio Perfil
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