Friday 26 de April de 2024
Perfil

Juan Carlos de Pablo: "Martín Guzmán está chequeando en el celular si todavía es ministro o no"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 17 de December 11:03

Considera que el actual gobierno repitió un error del anterior. No tener un ministro de Economía con capacidad de convencimiento y soluciones técnicas. Así, la mejor perspectiva es tener como responsable del área a alguien que comprenda la situación y sea “capaz de atajar penales”. Dice que no ve apuro de las autoridades argentinas y del FMI en el acuerdo en relación con la deuda. Señala preocupación por la inflación en los Estados Unidos.

En un reportaje en esta misma serie, Aníbal Fernández dijo: “Lo peor para Alberto Fernández ya pasó”. Entre otros temas, formulaba la hipótesis de que acordando con el Fondo podía encontrar un mecanismo para que la economía volviera a crecer. ¿Un acuerdo indicaría que ya pasó lo peor?

—No tenemos cómo saberlo. Dejémosles eso a los historiadores. Como no les doy bolilla a mis colegas cuando hacen pronósticos, menos lo hago con los funcionarios. Los funcionarios dicen que no van a devaluar. No pueden decir otra cosa. ¿Dirán: “Vamos a mandar el plan económico al Congreso”?  ¿La reforma laboral? Puede ser. No se puede discutir la política cambiaria en el Congreso. El tema de los Estados Unidos podemos retomarlo más adelante. Pero a nivel local. El dato de las PASO, en buena medida ratificado el 14 de noviembre, es 9 puntos porcentuales de diferencia. Pierde el oficialismo la mayoría en el Senado y en Diputados están cabeza a cabeza. Está muy lejos la mayoría. Esto es políticamente muy importante. En televisión se discute la interna como si fuera un partido de fútbol. No sirve para entender. Como tenemos un régimen presidencialista, a menos que muera, renuncie o le hagan un juicio político, Alberto Fernández, más Cristina Kirchner, más Juan Manzur, más los que vos quieras, hasta el 10 de diciembre de 2023 gobernarán en un contexto de debilidad política. Será inexorablemente en un contexto de no credibilidad. No me digan que la credibilidad se recupera. No. Tenemos un techo desde el ángulo político. De ahí en más, la realidad puede estar en ese techo o en la planta baja, según lo que haga el área económica. No dije equipo económico. Hablo de funcionarios del área económica. No hay equipo. Alberto Fernández cometió el mismo pecado de Mauricio Macri: no tener un ministro de Economía. Nadie tiene suficiente ascendiente para imponerse por una cuestión de personalidad. Hay parálisis de iniciativas, por razones de convicción o porque no tenés más remedio. El Banco Central dijo: “Señores de la tarjeta, no financien más cuotas”. Fue en vísperas del BlackFriday. Lo hizo porque el señor a cargo de administrar la porción oficial del mercado de cambios no cuenta los dólares, cuenta hasta el más mínimo centavo. Por eso bajaron la cortina para un lado y el otro. Lo mismo puede decirse de lo que hace el señor Roberto Feletti. Espero no ofender a nadie. Martín Guzmán está chequeando en el celular si todavía es ministro o no. Les pregunta a los colaboradores si saben algo. No tienen energía ni fuerza para laburar. Se percibe la parálisis. En ese contexto, hay preguntas fenomenales; pero las respuestas son inexistentes.

Dijiste que un plan plurianual real lleva meses de discusiones, de cartas de intención, y que no ves nada de eso. ¿Cuál será el timing?

—Un listado de objetivos o una planilla Excel puede hacerlo cualquiera de mis alumnos. No hay nada parecido a lo que es un laburo de un número X de economistas idóneos. No soñemos con eso. Pero vamos al acuerdo con el Fondo. En esto tengo diferencias sustanciales con lo que dice buena parte de la profesión. No hay nada normal en esto. Es todo atípico, todo peculiar. No hay normalidad posible en algo que de movida es anormal. Ya desde 2018. El ministro de Hacienda un viernes le dice al presidente de la Nación: “No nos prestan más. No nos compran más bonos. Si seguimos jodiendo, no solamente no nos van a comprar; venderán los que tienen. Vamos al Fondo”. Así lo hicieron, de la mano del señor Donald Trump, porque para eso sirven las vinculaciones personales, que le atoran el cerebro a la señora Christine Lagarde, que se cansó de felicitarnos. El cálculo que hicieron fue: “¿Cuántos vencimientos tenés de acá a las elecciones?”. “45 mil millones”. “Tomá. Ganá la elección, se reabren los mercados, te volvés a endeudar, nos devolvés y Santas Pascuas”. Perdió. Es contrafáctico, pero, ¿a vos te parece que Macri presidente en el Presupuesto de 2022 pondría una partida por la que con esfuerzo argentino pagaríamos 20 mil millones? Ni mamados. Con ese arranque peculiar, la burocracia del Fondo Monetario se quedó con la sangre en el ojo. Dijeron “esto es una pavada”, que es lo mismo que dijimos los economistas cuando afirmamos que es político. Gracias. Ahora el verdadero planteo es una conversación reservada entre la señora Kristalina Georgieva y, ponele, Guzmán. El ministro diciendo: “Nosotros tenemos un problema con ustedes y ustedes con nosotros. Veamos juntos y tranquilamente qué hacer”. Las declaraciones de un lado y otro no ayudan. Las negociaciones no son públicas, pero no veo nada de esto.

por Jorge Fontevecchia

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