Si la ovación del público se la llevó en aplausos Joaquín José Cestari, el grumete, integrante del coro de niños del Teatro Colón también fue una fresca sorpresa ver adolescentes en grupo a la salida del teatro. (Algún buen maestro detrás seguramente.) La obra de Melville Billy Budd,un relato testimonial es un relato existencial escrito en los últimos días de la vida de Melville, y publicado póstumamente. Melville, tan famoso por la ballena Moby Dick y su barco Pequod. Todo en Melville puede leerse de tantas maneras. Releerlo en tiempos como los que estamos viviendo, guerras en distintas partes del planeta, injusticias económicas que son sociales, escasa lectura de textos clásicos entre otras cosas, diría, que leer o releer Billy Budd es una tarea de alta recompensa. Si bien el texto es breve - tan breve como profundo - ofrece un tema conocido: cómo impartir la ley en un barco inglés en guerra con Francia, en plena época de motines post Revolución Francesa. El Bellipotent (en la ópera Indomitable) representa jerárquicamente el microcosmos desde distintos puntos de vista ya que un narrador eximio sacude al lector como en una tormenta . El Capitán Vere, sacudido también por su irrefrenable responsabilidad morirá atormentado no habiendo podido encontrar una solución al conflicto que se le presentó. Hannah Arendt en sus páginas sobre Billy Budd dice “La compasión y la bondad pueden ser fenómenos relacionados, pero no son la misma cosa. La compasión juega un rol, incluso un rol importante en Billy Budd pero su tema es la bondad más allá de la virtud y el mal más allá del vicio. El argumento de esta obra consiste en confrontar estos dos conceptos. La bondad más allá de la virtud es la bondad natural y la maldad más allá del vicio es “la depravación según la naturaleza” que no comparte nada de lo sórdido y sensual.” Entonces si bien Billy, el apuesto marinero, a quien todos quieren muere en manos de la ley que no contempla ningún matiz, parecería que Melville trató de decir que no es la naturaleza humana la que está atacada en este texto, sino lo que la civilización ha hecho con ella para depravarla.
Esto mínimamente respecto de Billy Budd y la ley. Pero no podemos dejar de leer el inmenso impacto que tuvo en Melville el proceso anti-esclavista, pre guerra de Secesión durante la década del 1840. El crítico Robert K Wallace cree que Melville conoció a Frederick Douglas, el ex esclavo que escribió su autobiografía. Este acercamiento y sus ideas realmente progresistas le permitieron a Melville decir también sobre la inmigración (irlandesa) después de la hambruna, “ Si pudieron llegar hasta acá, tienen el derecho de Dios de venir; a pesar de que traigan a toda Irlanda y sus miserias. Porque el mundo entero es patrimonio del mundo entero.”
Como Bartleby, el escribiente, el monomaníaco Ahab, o Billy Budd, el apuesto marinero, el protagonista y el héroe de Melville es temáticamente el desertor, el náufrago, el paria, el vagabundo, el loco, el criminal y centralmente el iconoclasta que no escapa de la venganza de la sociedad convirtiéndose en asesino.
Dice su amigo y colega Nathaniel Hawthorne (el de Wakefield) en uno de sus Diarios, Noviembre 1856 : Herman Melville vino a verme al Consulado, con el mismo aspecto de siempre (un poco más pálido y quizás un poco más triste), con un abrigo áspero y su característica gravedad y reserva... Pronto nos encontramos en nuestra misma situación de sociabilidad y confianza. Melville no se ha encontrado bien últimamente;y sin duda ha sufrido por una ocupación literaria demasiado constante, sin mucho éxito últimamente; y sus escritos, desde hace mucho tiempo, han revelado un estado mental morboso... Melville, como siempre, empezó a razonar sobre la Providencia y el futuro, y sobre todo lo que escapa a la comprensión humana, y me informó que estaba "prácticamente decidido a ser aniquilado"; pero aun así no parece descansar en esa expectativa; y creo que no descansará hasta que se aferre a una creencia definitiva. Es extraño cómo persiste —y ha persistido desde que lo conocí, y probablemente desde mucho antes— en preguntarse de un lado a otro sobre estos desiertos, tan lúgubres y monótonos como las dunas entre las que estábamos sentados. No puede creer ni sentirse cómodo en su incredulidad; y es demasiado honesto y valiente como para no intentar hacer una cosa u otra. Si fuera un hombre religioso, sería uno de los más verdaderamente religiosos y reverenciales; tiene una naturaleza muy noble y elevada, y merece la inmortalidad más que la mayoría de nosotros.
FOTOGRAFÍA: Prensa
Comentarios