Tuesday 23 de April de 2024
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Elisa 'Lilita' Carrió: "La consecuencia de la ideologización en las aulas argentinas es el vacío del pensamiento"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 03 de May 18:52

Luego de varios meses de ausencia, la dirigente de Juntos por el Cambio se suma a las múltiples voces del escenario político actual, para dar el necesario debate público, según sus propias palabras, entre la libertad a partir de un núcleo moral, o la libertad del goce perpetuo, que es el libertarismo.
 

Lilita, quería aprovechar tu experiencia para hacer algo más profundo y poder ayudar a educar a la audiencia en la diferencia entre lo que es el liberalismo y el libertarismo, y las enormes diferencias que hay entre una cosa y la otra. Aprovechar los dos conceptos de libertad de Isaiah Berlin, comparar a Isaiah Berlin con Hannah Arendt y poder ayudar a que la sociedad comprenda cómo el libertarismo es contrario al liberalismo. Y sos la política con mejores credenciales para ese debate. 

—Iniciaría de una manera distinta, para después poder entrar a ver si hay que hacer línea de análisis. La idea de libertad, no la palabra pero sí la idea, está en el éxodo. Horman, que escribió mucho sobre el liberalismo, también lo plantea del mismo modo, se pregunta dónde está el origen de la idea, la primera idea de liberación, de libertad. Sacando el mito del origen de Adán y Eva, que también lo podemos analizar porque es muy interesante. En el mito del origen de Adán y Eva, que lo vamos a considerar como un mito, lo que se establece es que iban a probar del árbol del conocimiento, de ahí nace. En realidad, en todas las interpretaciones según parece que la libertad en realidad es un trabajo. El fin de ese trabajo es que vas a tener que trabajar por tu libertad. Esa es la libertad, vas a poder elegir. No te va a llegar el árbol de la vida de cómo hacer lo correcto naturalmente, sino que vas a trabajar por tu libertad. Y desde el punto de vista social, en el Éxodo, que es la salida del pueblo de Egipto y el cruce del Mar Rojo, también se plantea “no vas a adorar a estos dioses de oro, sino que vas a caminar hacia la libertad”. Y la libertad es un camino, que como bien se plantea, solo puede fundarse en una ley estructural. Solo puede haber libertad a partir de un núcleo moral que en realidad podría ser una síntesis de la ley del Libro de Moisés, de los Diez Mandamientos. Pero saquemos toda la parte de costumbres, etc.; lo cierto es que la ley estructural de la humanidad, para que vos seas libre, para que yo sea libre, en los dos casos hay un trabajo, tiene que haber un núcleo de prohibiciones en las cuales lo que rige es la ley de la fuerza, que en el fondo es el libertarismo, acá está el nudo. No robar, no matar, no mentir, no usar al otro. Es lo que explico un poco en el libro El contrato moral, que sería la versión laica de lo que es la ley estructural de la humanidad. ¿Cuál es la posibilidad de que el otro exista? ¿Cuál es la posibilidad de que yo sea libre y que vos seas libre? Es que tiene que haber un núcleo de prohibiciones, ahí está la idea central que tenemos que entender. No es lo mismo la libertad que el libertarismo. No es lo mismo la liberación en el Bhagavad Gita, ni en Jesús, ni en el Tao, que en libertarismo. Al contrario, si vamos a otro texto, como el Bhagavad Gita, que lo voy a desarrollar el sábado en el Congreso de la Provincia de Buenos Aires, dice de alguna manera que te liberás cuando podés controlar las pasiones, entonces tu mente desapasionada sin el deseo irrefrenable, puede decidir. En consecuencia, no se trata de vivir, sino que se trata de vivir bien. Para vivir bien tenés que realizar la acción correcta, incluso desprendiéndote del resultado de la acción.  No tenés que especular, la libertad en el sentido de libre basado en esta ley, es no tenés que especular, tenés que realizar el acto de libre albedrío. Este tiene que ver con la libertad, como dice San Agustín cuando se elige el bien, cuando elegís la acción correcta, dentro de lo correcto está todo lo conveniente, pero no fuera de lo correcto. Y lo correcto tiene que ver con esta estructura moral de base, que finalmente es la regla del yin y el yang, la regla del taoísmo, la regla del cristianismo, la regla del judaísmo. La regla fundante de todas las creencias civilizatorias, que vendría a reducirse. Estudié todas las religiones comparadas, incluso el ubuntu, las religiones animistas africanas. Nos va a decir la sabiduría de la civilización que la verdad es que la libertad es una elección, ser libre es una decisión, pero es una decisión por la acción correcta, es una decisión que involucra al otro, porque la alteridad está en el origen mismo del hombre y de la mujer. En consecuencia, para que exista otro tiene que haber algunas normas prohibitivas. El libertarismo es la libertad del goce perpetuo, permanente, y en consecuencia es un darwinismo social, porque ahí no hay ley, es la ley del más fuerte.

En la conferencia famosa titulada “Dos conceptos de libertad”, que brinda Isaiah Berlin al asumir la cátedra de Filosofía Política en la Universidad de Oxford, él divide los conceptos de libertad en la libertad negativa, la libertad positiva. La negativa es aquella en la que nadie me prohíba, un rey, un autócrata. Y la positiva, la que tiene que ver con la autorrealización que permite ejercer la libertad. La libertad social, porque para tener ciertas libertades, se necesita sociedad, la libertad no solo es individual. 
Para que exista el otro, porque vos sos el otro. El problema de algunos es que se sitúen en el lugar de “yo voy a ser libre por sobre todos, voy a tener el goce ilimitado por sobre todos”. No hay otro porque el otro es una cosa. De hecho, la esclavitud es un ejemplo de esto, el otro es una cosa mueble. Es decir, cuando voy a ser libre sobre todo sin ley, lo que hay en realidad es un dictador. Un dictador que puede ser un macho cruel, que puede ser un matriarcado cruel, lo que haya. Lo cierto es que el poder del otro, en tanto libertad ilimitada del otro, mata la libertad de los demás. Esto es básico. Para poder decidir, tenés que entender que la regla humana es la alteridad. Sin alteridad no hay libertad posible. Solo hay dominio solo y voluntad de poder. 

 

por Jorge Fontevecchia

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