Tuesday 23 de April de 2024
Perfil

El increíble look “führer chic” de Lilita Carrió

PODCASTS | Por Edi Zunino | 23 de June 12:24

Elisa Carrió dice que no le queda ningún gusto por darse. Y lo dice después de haberse dado el último: esta semana es “chica de tapa” de una conocida revista de ricos y famosos, donde se anima a hablar de su pasión menos conocida, la moda, y posa ella misma como modelo.

No es casual. Mientras incumple cada día con más fuerza su promesa de retirarse de la política, la cofundadora de Cambiemos está presentando su propia colección de ropa femenina, “By Lilitas”, que se basa en talles grandes (los más chicos salen bajo la sub-marca “Little Lilitas”). La socia de su emprendimiento empresario es su única hija mujer, Victoria Benítez, que además le hizo la producción de fotos en la casa de Capilla del Señor.

Entre esas fotos, la que más sorprende es una en la que Carrió está bien de frente con lentes oscuros tipo aviador y un abrigo negro simil cuero de solapas muy amplias, que llevan incrustados unos prendedores metálicos de provocadoras reminiscencias esvásticas. Nada podría llamar más la atención que un look onda “führer chic” en una devota admiradora de Hannah Arendt, la intelectual judeo-alemana-estadounidense más comprometida filosóficamente con la causa anti-nazi (el centro de estudios fundado por Carrió se llama Instituto Hannah Arendt). Por eso, tiendo a pensar que el efecto de esa imagen –si es que lo hubiere- debería asociarse más al Charly García con la chaquetilla color caqui y el brazalete de “say no more”. Y no digo más.

En la entrevista, Carrió vuelve a manifestarse admiradora de Arendt y también de Evita, a quien define como “una mujer tan joven, desgarrada, que se convirtió en reina y terminó muriendo entregándose a su pueblo”. Hablando de “reinas”, dice que la impresionó la cacica (¿o caciqueza?) tehuelche María la Grande, así como Victoria Eugenia de Battenberg, la nieta de la reina Victoria de Gran Bretaña que llegó a ostentar ese mismo título en España, como esposa de Alfonso XIII, el monarca que se exilió en Italia cuando se instauró la Segunda República Española. Desde su punto de vista cristiano, para ella, la gran figura bíblica es María Magdalena.

Pero hay una Carrió aún más desconocida en esa nota. Es la que se deslumbra con la lujosa marca italiana Etro, en la que acaso vea el modelo de empresa familiar que quiere desarrollar con su hija. También la “inspira” Chanel, acaso como expresión de esa especie de Marilyn que, de joven, la chaqueña pretendió desplegar en la universidad para hacer hablar a las correntinas, siempre tan de punta en blanco. Ah: dice que jamás usa alhajas de oro, porque le parecen una ostentación innecesaria.
 
Asegura que, de no haber sido política, le hubiese gustado ser cosmetóloga “para acariciar la piel de la gente”. Aunque la vocación que más admira es la de las enfermeras, porque se confiesa incapaz de “estar al lado del dolor físico”. Dice que cuando alguien se enferma no sabe qué hacer, que como mucho se le acuesta al lado y se declara enferma ella también. 

Dice que no es una persona muy autocrítica y que nunca fue una mujer capaz de cumplir con las expectativas de los demás. Escuchen esta definición: “Mis abuelas tampoco hacían nada. Les encantaba jugar a las cartas, usar tapados y eso creo que fue lo que me inspiró en la moda. Me marcaron mucho”.

¿Su mayor virtud? “No tengo la menor idea –dice Lilita-, siempre pensé que era un fracaso total. En el fondo, creo que soy muy afectuosa y lúcida. El resto son todos defectos”.

por Edi Zunino

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