Hasta ahora el Gobierno Nacional se mantiene firme en el cupo de 600 personas por día que pueden ingresar a la Argentina. Estamos hablando de residentes o argentinos que vuelven al país, ya que las fronteras para los extranjeros continúan cerradas.
Eran 2.000 las personas que podían ingresar por día al país y el último viernes se bajó a 600 personas. Allí comenzó la polémica y el reclamo de aquellos argentinos que están afuera del país y quieren volver.
La medida se implementará, en principio, hasta el 9 de julio. Se trata de contener la entrada de las nuevas cepas de coronavirus, especialmente la variante Delta, aunque admiten que es inevitable que llegue al país. De esa manera el Gobierno continúa con el plan de vacunación y avanza en la segunda dosis de las personas que ya fueron vacunadas.
Según los especialistas para combatir esta variante es necesario que las personas tengan las dos dosis de las vacunas. La Argentina todavía se encuentra con la primera dosis en la mayoría de las personas que ya se vacunaron.
A su vez, la medida plantea mantener un control férreo y que cada provincia pueda hacerse cargo de las personas que llegan del interior y deben trasladarse a sus provincias. El control también apunta a que los pasajeros cumplan con el aislamiento estipulado.
El Gobierno piensa en convocar a la La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para tener una reunión y contener los reclamos que viene haciendo desde que se lanzó este cupo de los 600 pasajeros diarios.
por Alejandro Gomel
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