También conocida como la Doncella de Orleans fue una heroína, militar y santa francesa. Su festividad se conmemora el día del aniversario de su muerte, el 30 de mayo, como es tradición en la Iglesia católica. Nacida en Domrémy, un pequeño poblado de Francia, con 17 años encabezó el ejército real francés.
Convenció al rey Carlos VII de que expulsara a los ingleses de Francia, y él le dio autoridad sobre su ejército en el sitio de Orleans y otros enfrentamientos. Estas campañas revitalizaron la facción del Rey durante la guerra de los Cien Años y permitieron la coronación del monarca.
Como recompensa, el Carlos VII eximió a Dòmremy del impuesto anual a la corona. Esta ley se mantuvo en vigor hasta hace unos 100 años. Posteriormente, Juana fue capturada por los borgoñones y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y el duque Juan de Bedford la quemó viva en Ruan, el 30 de Mayo de 1431.
La mañana del 23 de mayo de 1430, Juana hizo unas plegarias en una de las iglesias de la ciudad. Compiègne estaba capitaneada por Guillaume de Flavy y con él Juana trazó sus últimas estrategias para preparar la batalla que se libraría aquella misma tarde.
Los borgoñones ya sabían que lo querían tomar de esta manera. Pero los franceses se encontraron con una especie de emboscada que las crónicas narran como la entrada de los ingleses en la lucha, lo que hizo retroceder a los Armagnacs. Una mala maniobra de guerra, o una traición. Hicieron que el enemigo perciba que pendían de un hilo y dieron órdenes de tratar capturar a toda costa a Juana.
Ella, a su vez, mostró resistencia, pero fue sorprendida por seis hombres de los cuales uno le puso la mano encima mientras los otros sostenían el caballo y le gritaban que se rindiera, aunque sólo consiguieron negativas de Juana en medio del forcejeo.
Guión de Cecilia Claps y locución de Pita Fortín.
por Radio Perfil
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