El escolta ya había colgado los botines en dos ocasiones: en 1993, poco después del asesinato de su padre, en donde alegó no tener la misma motivación como antes para seguir jugando, y en 1999, luego de haber ganado su sexto campeonato en ocho años.
El 25 de septiembre de 2001, luego de numerosos rumores y de haber sido Presidente Operativo de los Washington Wizards, anunció su vuelta a las canchas con esa camiseta, e informó que su salario sería donado a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre. Durante sus dos temporadas, el jugador logró concretar 144 partidos jugados, con promedios de entre 20 y 23 puntos por juego, y una media de entre 3 punto 5 y 5 punto 2 asistencias por encuentro.
Gracias a él, el equipo de la capital del país logró estar a un paso de los playoffs, a pesar de contar con una plantilla sin muchas figuras. Asimismo, Jordan logró anotar, a sus 40 años, 20 o más puntos en 42 ocasiones, 30 o más en 9, y 40 o más en 3 partidos.
Durante su última temporada como profesional, recibió ovaciones y honores en cada estadio al que fue. Contra los Chicago Bulls, el club que mejor lo vio brillar, tuvo que interrumpir la ovación con un discurso improvisado. Asimismo, los Miami Heat retiraron el dorsal 23 en su honor, a pesar de no haber jugado nunca un partido con esa camiseta.
Finalmente, en su último partido contra los Sixers de Filadelfia ingresó al campo de juego luego de un pedido del público, donde anotó sus últimos tiros libres y se retiró con una ovación de más de tres minutos. Así, terminaba la carrera de quien para muchos fue el mejor jugador de la NBA de todos los tiempos.
Guión de Lucas Boltrino y locución de Pita Fortín.
por Radio Perfil
Galería de imágenes
Comentarios