Hijos de Antoine Lumière y de Jeanne Joséphine Costille, nacieron en Besançon, pero crecieron en Lyon. Ambos trabajaron en el taller fotográfico de su padre, Louis como físico y Auguste como administrador. Fue Louis quien hizo algunas mejoras en el proceso de las fotografías estáticas.
A partir de 1892, empezaron a investigar en la posibilidad de fotografiar imágenes en movimiento.
De regreso de un viaje a París, Antoine llevó un kinetoscopio, precursor de lo que luego se conoció como el proyector de películas. Los hermanos lo examinaron atentamente y pronto concibieron un proyecto que harían realidad partiendo de los inventos ya existentes.
De esta manera, crearon un aparato que servía como cámara y proyector: el cinematógrafo, que se basaba en el efecto de la persistencia retiniana de las imágenes en el ojo humano. Al comienzo, ellos mismos cargaban las piezas de la cámara filmadora en un cajón para transportarlo de un lugar a otro.
En 1903, patentaron un proceso para hacer fotografías en color, el Autochrome Lumière. Las placas de vidrio Autochrome, o autocromas, salieron al mercado en 1907, siendo el primer sistema comercializado, y el único disponible en color hasta 1935. Se debió al gran aporte de los Lumière, que idearon un sistema de rejilla, en la cual la placa era recubierta de minúsculos granos de fécula de papa teñidos.
El autocromo no tendría ningún competidor real durante las tres décadas siguientes hasta la llegada de la película de color que sustituyó la frágil lámina de vidrio.
A partir del invento de estos hermanos, la industria cultural y del entretenimiento cambió por completo y para siempre. Su aparición daría paso el cine en color y al registro de los hechos más importantes de la historia moderna.
Locución de Pita Fortín para Radio Perfil.
por Radio Perfil
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