El 31 de diciembre, a las doce de la noche, los habitantes de Bratislava y Praga oyeron repicar las campanas de todas las iglesias durante varios minutos como anuncio de la desaparición de Checoslovaquia y el nacimiento oficial de dos nuevos países en europa: las Repúblicas Checa y Eslovaca.
La división de Checoslovaquia, país creado el 28 de octubre de 1918 sobre las ruinas del imperio austrohúngaro durante los tratados de paz de Versalles, fue acordada el 25 de noviembre el ´93 por el parlamento federal, y se consideró un ejemplo de cómo encarar el resurgente nacionalismo sin recurrir a la violencia que agitaba a otras dos federaciones europeas. No obstante, la forma en que los habitantes en ambas ciudades capitales recibieron la noticia fue diferente.
En Praga, la separación pareció menos importante que las celebraciones de Año Nuevo. Los millares de checos que se congregaron en la Plaza Wenceslao, la principal de la capital, parecieron mostrarse nostálgicos y a veces indiferentes ante el histórico momento.
La idea de la República Checoslovaca fue siempre más sentida por los checos que por los eslovacos: "No hay nada que celebrar" sostuvo un artículo editorial del diario Libove Noviny en reflejo de la opinión de muchos checos.
En Bratislava, por el contrario, unas 10 mil personas gritaron jubilosas al ser enarbolada la nueva bandera blanca, azul y roja en la Plaza del Alzamiento Nacional Eslovaco. Muchos eslovacos recibieron con agrado la independencia tras siglos de ser ciudadanos de segunda categoría. El proceso de separación cobró fuerza con la elección PREVIA de los primeros ministros checo y eslovaco, Vaclav Klaus y Vladimir Meciar.
Pocos días después de sus victorias, Klaus, un defensor de la economía de mercado, rechazó las propuestas del ex comunista Meciar de desacelerar las reformas y otorgar soberanía a Eslovaquia en el marco de la confederación. Comenzó, entonces, el proceso de divorcio.
Jan Strasky, ex primer ministro checo, dijo "es valorable que nuestro divorcio transcurra de forma consensuada, no creo que en la historia mundial se hayan dado muchos casos como el nuestro".
Económicamente, Eslovaquia es más atrasada que la parte Checa y ha sufrido mayores estragos debido a la transformación de su economía, que se caracterizó por ser un modelo de centralización socialista.
El 1 de enero 1993 Checoslovaquia se dividió en dos nuevos Estados: la República Checa y Eslovaquia.
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La desintegración de Checoslovaquia está relacionada con el fin de la guerra fría y la disolución de otros países del bloque oriental como la Unión Soviética y Yugoslavia. A diferencia de lo que sucedió allí, en Checoslovaquia no se produjeron enfrentamientos violentos debidos a los nacionalismos.
Guión y locución de Pita Fortín.
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