Tuesday 14 de May de 2024
Perfil

Dos poemas de Denise Levertov, enfermera y poeta

PODCASTS | Por Elisa Salzmann | 20 de May 18:39

 Denise Levertov nació en Ilford, Essex, Inglaterra  y como los hermanos James, William y Henry, fue educada por tutores y por su madre. Asistió a clases de ballet y de ruso. Su padre, ruso judío se convirtió al cristianismo para luego ser sacerdote anglicano. Denise estudió enfermería y trabajó como enfermera durante la Segunda Guerra Mundial. Finalizada la guerra, en 1948 emigró a los Estados Unidos donde desarrolló una extensa obra poética y política. Cynthia Mansfield estudió en Saint Michael School de Adrogué y siguió sus estudios en el Instituto Superior del Profesorado Joaquín V.  Gonzalez. Tradujo, antes de su temprana muerte, a los 39 años, a Sylvia Plath y la Antología Poética de Denise Levertov para Alción Editora.

Según la definición de K.Hamburger , la lírica política es aquella en que el objeto del poema es una situación política en cuanto tal, no así en cambio cuando esta es motivo de la vivencia emocional del poeta. Una parte de la obra de Denise Levertov registra su preocupación durante la Guerra de Vietnam. Levertov escribe sin estar presente, ocupa un  lugar testimonial,  porque sus poemas están escritos desde el lugar que ella ocupa como intelectual y como militante en los movimientos antibélicos.

Se embandera como alguien que se resiste a la guerra, recordando todo el tiempo lo humano de lo humano. Retomar aspectos de su poética bajo este ángulo significa tratar de entender qué le pasa a una poeta durante los tiempos oscuros, qué poder tiene su palabra frente a la realidad de los campos bélicos, las armas químicas y la artillería nuclear. Su mirada se arma autoinmunizándose con el ritmo de las palabras y la poesía. Mira distintos aspectos del mundo y los efectos de la guerra y por más que los poemas exorcicen esa experiencia de la guerra, no la aligeran;  la reduplican, la vuelven a hacer presente.

Entonces, la lectura de los poemas transformará, al decir de Ricardo Piglia, la información en experiencia. En este sentido es importante recordar lo que la poeta Alicia Ostriker, en el epílogo de su libro Stealing the language afirma, que “toda poesía es marginal en relación  a las preocupaciones materiales de la sociedad, toda poesía es potencialmente disruptiva con los gobernantes y las instituciones; y  toda poesía depende para sobrevivir no de las modas literarias sino de las necesidades internas de los lectores quienes por sus propios motivos responden a ella con placer porque la naturaleza de la poesía es siempre la de iluminar nuestra oscuridad.”
 
Escuchando cañones lejanos. Traducción de Cynthia Mansfield
 
Las rosas tiemblan; ah, el ojo del girasol
Bien abierto en triste expectativa.
Van y vienen del oeste las golondrinas en vuelo circular,
Los batallones de cuervos merman junto al cerro.

Esa tenue pulsación al este es la guerra:
Ni una campanada rompe el sueño que el atardecer calla.
La claridad sin sangre en el cielo del anochecer
No delata el susurro del grito de batalla.

La certeza.  Traducción de Cynthia Mansfield

Han perfeccionado los medios de destrucción,
la ciencia abstracta casi visiblemente brilla,
tan refinadamente pulida. Armas inmateriales
que nunca nadie podría tener en las manos
se abren paso por la oscuridad, atraviesan grandes distancias,
abriéndose paso por laberintos para llegar
a blancos que son conceptos.

Pero una antigua certeza se mantiene: la guerra
significa sangre que se derrama de los cuerpos vivos,
significa extremidades cortadas, ceguera,terror,
significa duelo, agonía, huérfanos,hambruna,
prolongada desdicha, prolongado resentimiento y odio
y cullpa,significa todo esto multiplicado, multiplicado,
significa muerte, muerte, muerte y muerte.

por Elisa Salzmann

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