Alberto Fernández y Martín Guzmán se reunieron para revisar los últimos detalles del acuerdo con el FMI. (Perfil)

Política
21 de February 13:19

La complejidad del debate sobre el déficit fiscal

El acuerdo con el Fondo Monetario renovó las confrontaciones más extremas de la política argentina.

La polémica en torno al acuerdo con el Fondo Monetario y al déficit fiscal, renovó las confrontaciones más extremas de la política argentina. Los dirigentes y los medios de la grieta centran sus argumentos en la satanización del otro. En lugar de explicar que se trata de posiciones distintas que responden a intereses en pugna, en general legítimos, simplifican hasta que duele.

La semana pasada, por ejemplo, a raíz de la problemática de los planes sociales, desde las élites de los núcleos más agrietados de esta Argentina, se escucharon soluciones tan elaboradas como éstas: “Los piqueteros a laburar”, “Que el Gobierno deje de alimentar vagos”, “Que en lugar de pagarle al FMI, el Gobierno le dé comida al pueblo”.

Las soluciones siempre son obvias y sencillas. En este caso, todo se solucionaría con que unos decidan trabajar o con que el Gobierno reparta o deje de repartir ayuda social. Pero son argumentos falaces y las soluciones siempre son más complejas. Por ejemplo, en Argentina hay 22 millones de personas que reciben algún tipo de asistencia social. Casi la mitad de la población, en línea con la cantidad de pobres. 

El problema de fondo no son los que prefieren un plan a un trabajo o los punteros que viven de esa red de asistencialismo. El problema es la imposibilidad de acordar un modelo de crecimiento que permita, paulatinamente, la incorporación de esos millones a un mercado laboral formal.

El gasto en la burocracia estatal es otro de los temas que volvió al foco del debate por las tratativas con el Fondo Monetario. Existen 3,6 millones de empleados públicos y 6,8 millones de jubilados y pensionados. Cifras que son parte del debate sobre cómo terminar con el déficit fiscal en el país.

Está claro que el déficit crónico es una patología de cualquier sistema económico, pero cuando los especialistas de la grieta aportan respuestas simples y de resolución rápida, eluden decir que no se trata de una lucha entre el bien el mal, si no de intereses en pugna y de miles de personas en el medio.