Le soltaron la mano a Boris Johnson. (BBC)

Internacional
20 de January 16:09

Boris Johnson: ¿Tiene los días contados?

A punto de ser defenestrado por su afición por las fiestas y las mentiras, Johnson pudo ver a los comunes opositores y de su propio partido cómo le señalaban la salida.

Este 2022 se cumplen 30 años de la destitución de Margaret Thatcher, como primera ministra británica. Ese lejano 22 de noviembre de 1990 vio cómo sus compañeros del partido conservador la mandaban a casa. 

Tres décadas más tarde la historia está tentada a repetirse. Ayer el todavía habitante de Down Street, Boris Johnson, pudo ver a los comunes opositores y de su propio partido cómo le señalaban la salida.

Mientras a Thatcher la condenó un impuesto impopular llamado Poll Tax, que implementaba una taza plana que imponía la misma tarifa a un camarero que a un aristócrata, a Boris está a punto de defenestrarlo su afición por las fiestas y las mentiras. 

El líder de la oposición, Keir Starmer, ridiculizó a Johnson y pidió su dimisión al igual que los nacionalistas escoceses y los liberales demócratas. Cuando le tocó el turno a la banca oficialistas, diputados leales a Johnson, intentaron una débil defensa de su jefe.

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