Friday 29 de March de 2024
Perfil

Sanz: "Las cosas no le van bien al Gobierno"

POLITICA | Por Jorge Fontevecchia | 02 de November 13:37

En 2015, luego del dolor que le produjo que Macri anunciara que no haría un gobierno de coalición, sintió que su vida era una olla a presión. Le dijo que no a un puesto ministerial y se quedó en su Mendoza. Con el tiempo, volvió a acercarse al gobierno y hoy cree que Juntos por el Cambio debe darle más lugar a la Unión Cívica Radical, convencido de que la ecuación electoral de 2021 será muy distinta a la de 2019, porque muchas de las razones de los moderados para votar a Alberto Fernández perdieron vigencia. 

¿Qué balance hace sobre los cuatro años de Cambiemos?
El balance mezcla dulces y amargos, blancos y negros. En la Argentina nunca se puede tener un balance totalmente positivo, porque el país carece de gobiernos con estabilidad en el tiempo que permita medir sus resultados. Carecemos de esa mirada que nos aleje de lo momentáneo, lo temporal, la coyuntura. El gobierno de Cambiemos fue muy temporal. Trajo como novedad un gobierno no peronista que pudo terminar su mandato. Lo vivimos como un triunfo, cuando debería preocuparnos porque habla a las claras de nuestra debilidad institucional. Pero no fue lo único. El legado más importante es que dejó asentado un nuevo sistema político en la Argentina. En el último gran reportaje que me hizo hablábamos de la suerte de contrapunto entre el sistema bipartidista o bicoalicionista y lo que usted llamaba las hegemonías sucesivas. El transcurso de distintos gobiernos que imponen una hegemonía en su mandato. Gobiernan con una mayoría circunstancial hasta que viene otro y los reemplaza, que puede ser incluso de su propio signo o no. Cambiemos abonó más la otra teoría, más allá de sus resultados, que es otro debate. Se trata de la teoría del bicoalicionismo o del equilibrio y la alternancia como modelo. Argentina había perdido su equilibrio y su alternancia durante muchos años, creo que antes de 2001. Pero el epicentro fue la explosión de 2001. Se recuperó un sistema político con equilibrio, algo que trasciende al 48% a 41% de la última elección. El equilibrio deviene de la permanencia en el espacio de dos grandes protagonistas. Dos y nada más. No veo a terceros. Por un lado está el Frente de Todos y por el otro Juntos por el Cambio. La alternancia no vale en sí misma, sino porque existe la capacidad de que suceda. Se puede verificar hoy ante la pregunta de si el gobierno actual podría tener un reemplazo si hubiera elecciones dentro de unos pocos meses o un año o dos años. O en las propias elecciones de 2023. Y la respuesta es sí, porque hay esa alternancia, hay capacidad de alternancia. También están todas las contras, lo amargo. No haber resuelto una ecuación económica de retroceso, de falta de crecimiento, de decadencia, que nos acompaña desde hace ya mucho tiempo. Algunos hablan en términos de crecimiento desde 2010. Pero cabe ir mucho más atrás. La Argentina no encuentra un sistema económico estable, previsible y que genere crecimiento en serio desde mediados de la década del 70. Tampoco lo pudo encontrar Cambiemos. Otra cosa favorable es que le devolvió federalismo a la Argentina. Un federalismo que estaba herido de muerte. Tampoco pudo romper con un esquema cultural que algún amigo mío como Miguel Pichetto llama “el pobrismo”. Hoy estamos viendo sus consecuencias. 

Escuchá la entrevista completa en Radio Perfil. 

 

por Jorge Fontevecchia

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