La reforma judicial fue el nuevo disparador para que una parte de los argentinos choque con el otro. Parece que se trataran de asuntos irreconciliables, como el impuesto a las grandes fortunas, la desaparición de Facundo Castro, la cuarentena y la declaración de servicio público a las telecomunicaciones.
Para estos dos bandos la Argentina volvió a convertirse en un país como Corea, partido al medio por razones políticas.
Escuchá la columna de Gustavo González desde la redacción de Radio Perfil.
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